11/05/2005 - Aun espantado que hayan seleccionado su película para la apertura de la competición oficial del Festival de Cannes, el cineasta francés mantiene la sangre fría en la Croisette

Aun espantado que hayan seleccionado su película Lemming [+lee también:
tráiler
ficha de la película] para la apertura de la competición oficial del Festival de Cannes – esa honra estaría, según sus propias palabras, reservada "a producciones con un enorme potencial comercial" - el cineasta francés Dominik Moll mantiene la sangre fría en la Croisette. Un carácter reservado y sintético que mezcla la precisión y el elíptico, como la imagen de su cine, que levanta cuestiones sin embargo avanzar las respuestas.

Su película evoca la devastación de una vida a dos que es controlada en exceso, pero usted es un cineasta muy controlado. Eso no le parece una paradoja?
Dominik Moll: Lo que más me gusta en la fabricación de las películas es que hay muchas cosas que me escapan. Eso es muy enriquecedor. Desde la escritura del guión hay elementos intuitivos que se imponen, aunque su significación solo aparezca mucho más tarde. Ayer, mientras pensaba, me he fijado que el conejo de noruega (lemming) y la webcam volante funcionan por oposición. El comportamiento del primero no se puede explicar mientras que el segundo simboliza lo que podemos controlar con el telecontrol. Hay incluso una escena en cual la webcam se quebró en una puerta y que es inmediatamente seguida por la escena del renacimiento del conejo de noruega que creíamos muerto. Estoy muy lejos del controlo total, aunque haya una coherencia global. Y eso sin mencionar el limite del tiempo del rodaje o las condiciones de la meteorología.

Por qué motivo le fascina el lado oscuro de la vida?
Lemming es sin duda una película sombría, pero creo que también hay mucho humor. La atmósfera tiende a la oscuridad pero no es una película pesimista. Yo soy optimista. Lo que me gusta en el cine es la posibilidad de crear mundos extraños.

Por qué razón una película oscura y de suspense termina con una mañana calma y tranquila?
Esa escena final de sábado por la mañana lleno de sol es como encerrar un paréntesis. Encontramos un idilio, la pareja ideal del principio de la película, aunque sea claro que la historia ha dejado marcas.

No ha ganado ningún premios en 2000 con Harry, un ami qui vous veux bien. Espera tener más suerte en la competición este año? La aventura de Harry... en Cannes me enseñó la importancia del impacto de una proyección en competición sobre la prensa y sobre las exportaciones. Los premios son como la cereza en la torta. No pienso en la competición porque me ya me contento en estar presente.