25/05/2006 - Rachid Bouchareb • Indigènes Mejor Interpretación Masculina en Cannes

Seleccionado por primera vez para la competición oficial del Festival de Cannes 2006 con Indigènes [+lee también:
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entrevista: Rachid Bouchareb
ficha de la película] (leer el artículo), el cineasta francés de origen argelino Rachid Bouchareb habla de su película comprometida, que revela el secreto histórico sobre las importantes pérdidas de soldados de la África colonial francesa en la Segunda Guerra Mundial y su participación activa en la Liberación de Italia y de Francia.

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Cineuropa: ¿Cuáles fueron sus motivaciones cuando se lanzó en la aventura de Indigènes?
Rachid Bouchareb: Soy de origen argelino, pero nací en Francia, vivo en Francia y me siento profundamente francés. Sentí dentro de mí el deseo de contar este capítulo ocultado de la Historia de Francia ya que formamos parte de ésta. La aventura de estos hombres que hicieron el viaje para salvar su patria, para liberarla, para luchar contra el fascismo y el nazismo es una vuelta sobre el pasado colonial de donde venimos. Como hijo que soy de la sociedad francesa, quería abrir con una película un nuevo capítulo que pudiera participar en el debate actual sobre la historia de la inmigración, un tema que tiene que ser revisado en la globalidad de la Historia. En cierto modo, es nuestra Marie-Antoinette.

¿Cuál es el porcentaje de realidad histórica y el porcentaje de ficción?
La película se hizo con material humano proveniente de una búsqueda, con excepción de la escena del pueblo en Alsacia. En realidad, ahí estuvieron una centena de soldados y eso implicó pérdidas enormes, pero hemos reducido ese número a una decena de personajes. Por lo demás, cada elemento (la distribución de comida, de equipos, las revueltas,...) proviene de testimonios directos de hombres que participaron en estos acontecimientos o de archivos de los servicios de los ejércitos. Estaba muy preocupado ya que el tema nunca había sido adaptado al cine, así que cada escena tenía que ser acertada. Tenía ganas de dejar un testimonio "impecable" en comparación con las anécdotas. Pero también quería tener la libertad de no ser dependiente de la Historia. Trabajaba con actores excepcionales y tenía ganas de que el espectador viajara con ellos.

Los créditos e algunas imágenes son en blanco y negro. ¿Ha intentando dirigir toda la película así?
Me lo planteé en un cierto momento para acordar al espectador de que esa era una realidad histórica. Después decidí rodarla en colores pero la cinta tiene una tonalidad que puede clasificarse de "descolorida". En cuanto a las imágenes de archivo de los créditos, las encontré en la televisión argelina.

¿Ha dudado alguna vez en poder montar financieramente la película?
Lo formidable en Francia es que hemos encontrado coproductores, aunque haya sido un proceso largo y complicado. Pero nunca tuvimos dudas de nuestra voluntad de hacer la película. Ese regreso al pasado, a la cultura colonial en la que vivimos interpela Francia sobre su pasado y su futuro. Pero lo más importante es haber terminado la película y traerla aquí a Cannes, proyectarla en el Mediterráneo. África está justo del otro lado.