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Marina Spada • Directora

Una mirada atenta e integra

por 

Tal como ocurre con su segundo largometraje, Come l'ombra, la carrera de Marina Spada es sincera y concienzuda. En efecto ella ha comenzado como ayudante de realización, luego ejerció en la publicidad, la televisión y el documental, inscribiéndose al mismo tiempo en la Escuela de cine de Milán. Después de numerosos retratos vídeo y algunos cortos (incluido L'astice, varias veces premiado), consagra su primer largometraje, Forza cani, al vagabundeo de cinco personajes en un Milán enajenando. En Come l'ombra, Spada encuentra esta ciudad masiva donde dos historias se superponen, por una parte la colectiva, de los inmigrantes, sombras invisibles en la metrópolis, y por otra parte la íntima, de Claudia, de la cual se observa la insignificancia diaria y la falta de apetito por la vida, una actitud hastiada de miembro típico de la sociedad de consumo (es decir, de una sociedad donde ya se ha consumido todo) que viene a molestar, imperceptiblemente, la vitalidad de Olga la ucraniana.
Con motivo de la presentación de su película en estreno mundial en Venecia en el marco del Venice Days y antes de que la realizadora esté presente en el Festival de Toronto, Cineuropa pudo encontrarla en una terraza soleada.

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Cineuropa : ¿Cómo nació la idea de la película, en particular el personaje de Claudia?
Marina Spada: Esta película realmente nació de una observación de lo real, y de una observación de la observación de lo real, en el sentido que el sentimiento de invisibilidad que cada uno experimenta a diario cuestiona una determinada mirada sobre el mundo.
Por lo tanto no utilicé especialmente referencias literarias o cinematográficas. Claudia es simplemente una mujer moderna como tantas otras y es para concentrarme sobre este retrato que elegí eliminar casi completamente a los personajes masculinos.
Esta película es el relato de la normalidad. Cuando Olga pregunta a Claudia si piensa un día fundar una familia, responde "Sí, como todo el mundo" pero no lo busca activamente, dice: que "espera". En un momento dado, me di cuenta que este diálogo es en realidad un pasaje-clave de la película.

¿Por qué el cambio llega de un país del Este?
Porque mi corazón bate por el Este. Mi generación estuvo fascinada ya sea por América o por la búsqueda de un ideal del cual Europa del Este era el laboratorio. Olga es casi "marciana" en Milán, en la manera de apreciar las cosas- no hay sino que ver como se viste y como se mueve, a las antípodas de la "invisibilidad" de Claudia.

Se observa desde luego una rutina, pero la sutilidad de los detalles y la elección de los encuadres (siempre hay algo en el primer plano detrás o a través de lo cual se observa a Claudia) da al mismo tiempo una gran impresión de concreto...
Es el fruto de grandes reflexiones. Contribuye por ejemplo a dar al espectador la impresión de espionar - ¿no se dice que "la fotografía es un secreto sobre un secreto"? - e incluyéndola de esta manera, la remite a su propia vida. Al mismo tiempo, es una manera de dar su importancia al visual. Por su parte, los personajes observan también cosas que estarían fuera de la pantalla, detrás del público, dándole así el sentimiento de toda la realidad alrededor de él, fuera de la pantalla.

¿Cómo dirigió a las actrices, cuyo trabajo de interpretación es aquí magnifico?
Cortamos, cortamos y vovimos a cortar, lo que es por añadidura más difícil que el hecho de agregar elementos.

¿Cuál es la pregunta que más le han hecho hasta el momento?
¡Cuánto costó el filme! Es una pregunta que me niego a responder; ¡el valor de una película no tiene nada que ver con su precio !

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