25/06/2007

Recompensada en Cannes con la Cámara de Oro (Les méduses [+lee también:
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ficha de la película] -artículo) y el Gran Premio de la Semana de la Crítica (XXY [+lee también:
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ficha de la película]), la sociedad de ventas internacionales Pyramide confirmó una vez más su aptitud para descubrir nuevos talentos. Estructura independiente, productora, distribuidora y exportadora, Pyramide, que estrenará el 14 de noviembre en Francia The edge of heaven [+lee también:
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entrevista: Fatih Akin
entrevista: Klaus Maeck
ficha de la película], de Fatih Akin (entrevista), siempre ha hecho circular un cine de autor de calidad (Kaurismäki, Sorrentino, Elia Suleiman, los Larrieu...) y se encuentra en el centro de presiones que afectan hoy a los independientes franceses. Encuentro con Eric Lagesse, responsable de las ventas internacionales.

Cineuropa: ¿Es Cannes aún el pasaje obligatorio para las ventas del cine de autor?
Eric Lagesse: Existen tres grandes mercados para las películas de autor europeas populares donde vendemos: Cannes, Berlín y Toronto. Berlín pasó a ser extremadamente fuerte desde que el American Film Market ya no se lleva a cabo justo después. Ahora, todo el mundo participa, mientras que antes los japoneses, los coreanos y los sudamericanos tendían a ir solamente al AFM. Pero Cannes sigue siendo la mayor cita en términos de calidad de películas y presencia de todos los compradores internacionales. Con un gran éxito de Cannes, se realiza un tercio del volumen de negocios anual y podemos vender a 30 países en tres horas. Pero si tu película no es bien recibida, lo pierdes todo de golpe. Pero discutimos con gente que es, por supuesto, gente de negocios y que miden el potencial de la película, y también apasionados, que adoran el cine y que tienen a veces deseos de tener un autor en sus filas, de obtener una película, incluso si saben que será complicado proyectarla en las salas. En Pyramide, procedemos así como distribuidor: algunas películas son difíciles, pero no podemos ignorarlas, ya que son obras de grandes autores como Nuri Bilge Ceylan, por ejemplo. Sin embargo, ¿a quién "pertenecen" las películas francesas seleccionadas en Cannes? En un 70%, se comparten entre Pyramide, Rezo, Haut et Court, Diaphana, ARP…, es decir entre los independientes. Seguimos la tendencia y proponemos películas de autor, pero el día que ya no seamos capaces, ¿que será lo que Cannes pondrá en competición?

¿Cuáles son las dificultades de los independientes?
A este ritmo, y voy a ser voluntariamente alarmista, si las autoridades públicas no toman decisiones en favor de los productores y distribuidores independientes, ignoro qué obras se destacarán en Cannes en cinco años y qué otras en las selecciones francesas de Venecia, Berlín, Toronto... Se producen muchas películas, pero cada vez más a duras penas. Y también se distribuyen cada vez más a duras penas, desapareciendo de las salas a una velocidad loca mientras que los costos de salida aumentan. El público escucha hablar de los grandes éxitos pero no del 40% de las películas francesas que recaudan menos de 20.000 entradas. Por otra parte, los distribuidores independientes se implican cada vez más en la producción de las películas, ya que los productores no tienen bastantes recursos. A pesar de todo, los distribuidores independientes luchan por hacer existir primeras obras. La mitad de las películas distribuidas por Pyramide durante el año son primeros largometrajes, como 7 años [+lee también:
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ficha de la película] o Contra las cuerdas. Somos descubridores de autores y sus películas consiguen montarse, ya que invertimos dinero en ellas. Si nuestro trabajo no es reconocido por un verdadero estatuto, no sabemos cuánto tiempo podremos resistir. Y no hablo solamente de Pyramide. El problema actual es aún más complicado. Por ejemplo, ¿es normal que los grupos integrados y demás, los que pertenecen a cadenas de televisiones, se beneficien de las mismas ventajas que nosotros? Sin hablar de la fusión TPS - CinéCinéma, de la política muy dura de Canal + sobre las adquisiciones desde hace algunos años...Atravesamos por un período delicado y resistimos, gracias a nuestra solidez y a nuestro catálogo. Y si los telefilmes comienzan a registrar grandes éxitos, llegaremos a una dicotomía con películas que salen simplemente en salas y telefilmes en la televisión. A pesar de todo, es muy inquietante ver que en términos de audiencia, todos los telefilmes superan a casi cualquier película. El cine se alimenta siempre con la televisión, ya que hay obligaciones de inversión, pero no se puede programar La gran juerga todas las semanas. Estamos en la parte baja de la cadena y si se sigue recibiendo migas, no sé cuánto tiempo podrá durar. Se puede realmente decir que pasamos nuestra vida arriesgándola por el cine de autor.