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Henning Camre • Presidente del Think Tank

"Las ayudas en muchos países europeos son ridículamente elevadas"

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Henning Camre, Director General del Danish Film Institute durante los últimos nueve años, deja el organismo el próximo mes de julio para dirigir el Think Tank del cine europeo y de las políticas de cine (o catalizador de ideas para el cine del veijo continente y su política). En vísperas de su marcha, este personaje crucial en la reforma de la industria cinematográfica danesa para convertirla en uno de los mejores modelos de Europa, ha desvelado algunos de sus secretos a Cineuropa.

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Cineuropa: ¿Cómo realizó el cambio de dirigir escuelas cinematográficas (en Dinamarca y Reino Unido) a dirigir el Danish Film Institute?
Henning Camre: Tras 17 años en la Escuela Danesa de Cine (1975-1992), pasé seis años en la Escuela Nacional de Cine y Televisión de Reino Unido. No tenía en mente volver a Dinamarca, pero se me presentó la oportunidad de regresar para crear un nuevo Instituto de Cine. En 1997, se aprobó una ley que fusionaba todas las organizaciones cinematográficas –lo que parece estar ocurriendo ahora en Noruega.
Nunca imaginé volver a las "viejas" instituciones danesas, pero veía que con un instituto de cine se podría crear UNA política cinematográfica que pudiera cubrir los diversos campos de promoción de la cultura del cine y de la realización de películas. En mi opinión, fue esencial mantener la cadena alimenticia y sopesar las prioridades entre los distintos campos.
Una parte importante que influenció mi decisión fue que por lo que habíamos estado luchando durante 17 años en la Escuela Danesa de Cine ahora, por fin, empezaba a hacerse realidad. En la industria, algunos de mis antiguos alumnos llevaban ahora la voz cantante, y pensé que si pudiera trabajar para la otra parte del sistema –la política pública- trabajar entonces tendría sentido.

¿Cómo aplicó su visión al nuevo Danish Film Institute?
Lo primero era crear un plan maestro para el Instituto entero. Tuve suerte, pues recibí el apoyo del Gobierno. Empecé en enero de 1998 y en septiembre el presupuesto del Instituto se había incrementado en un 75% (450 millones de coronas más -60,5 millones de euros), todo ello bajo un acuerdo de cuatro años.
Para mí, no bastaba con que un instituto público repartiera dinero. De hecho, un instituto puede añadir valor a un proyecto. Muy pocas compañías de producción son lo suficientemente grandes para tener todas las competencias necesarias en aras a desarrollar los proyectos adecuadamente, por lo que deben depender de tener tan sólo algo en producción. Piensan que al seguir produciendo, las cosas saldrán bien. Pero los milagros no existen. En el DFI, la gente que tenemos viene, de hecho, de la industria, tienen buena vista para lo que funciona bien y lo que no dentro de un presupuesto. Todo está minuciosamente pensado. En ese sentido hemos logrado ayudar a que la industria sea más profesional.
Además, hemos conseguido reducir la media de apoyo del DFI, de más del 60% hace 10 años al 38%, por lo que existe más responsabilidad y riesgo al dejarlo en manos de los productores. La verdadera cuestión para Dinamarca y toda Europa es "cómo de buena es una película que es capaz de atraer fondos públicos pero que es incapaz de atraer al público".

¿Es esta una de las ideas que quieres que se discutan en el Think Tank on European Film and Film Policy?
Pienso que las instituciones públicas y la industria deberían tener el valor suficiente para plantear todas las dificultades de esta índole. Existe la creencia general de que es un derecho "humano" tener ayudas públicas, pero yo no estoy tan seguro. Creo que el nivel de ayudas de muchos países europeos es ridículamente elevado.
El problema es que no hay muchos países europeos con una producción cinematográfica que tenga una identidad que los haga atractivos al mundo exterior. Los sistemas de ayuda difieren enormemente, lo que no ayuda a la colaboración. No creo que exista el mejor sistema para todo el mundo, porque todos los países son distintos en tamaño, etc. Pero tampoco creo que existan 27 mejores sistemas. Y eso es lo que parece actualmente. Deberíamos tener en cuenta las mejores prácticas de la Unión Europea, aprendernos las lecciones.

¿Cómo se crea el Think y quién lo dirigirá?
Lo creamos como un organismo independiente del DFI, como un organismo europeo. La financiación básica la asegura el nuevo Acuerdo Cinematográfico de Dinamarca. Pero para los seminarios, talleres nacionales… cada país debe asegurar su financiación.
La junta de financiación está compuesta por Veronique Cayla (CNC), Fernando Lara (ICAA), John Woodward (UK Film Council), Agnieszka Odorowicz (Polish Film Institute), Anders Geertsen (DFI), Peter Aalbæk y yo.
Lo importante es que, aunque sea yo quien lo ha iniciado, el Think Tank no es sólo una iniciativa danesa, sino una verdadera iniciativa europea. Queremos poner en marcha eventos del Think Tank que puedan tener un impacto en cómo pueden los países europeos establecer sus propios sistemas de apoyo e intentar evitar los errores. También estamos creando lazos con el cine independiente estadounidense (Sundance) y planificando varios acontecimientos con ellos.
Se tratará de una colaboración única entre la industria y los institutos públicos, donde intentaremos tener nuestro futuro en nuestras propias manos.

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