28/10/2008

El director danés Thomas Vinterberg, presente en el Festival de Roma para presentar When a Man Comes Home [+lee también:
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ficha de la película] (sección “L’Altro Cinema”. Estrenada la próxima primavera en Italia por Teodora Film), da por finalizada su aventura estadounidense (“pero sólo por el momento”, especifica). Después de realizar dos controvertidos filmes en Estados Unidos (It’s All About Love [+lee también:
tráiler
ficha de la película] y Dear Wendy), regresa a su país con una obra que contiene varios detalles autobiográficos, empezando por el título. El protagonista es el joven Sebastián (Oliver Möller Knauer), que siempre ha creído que su padre se suicidó. Todo cambiará cuando el cantante de ópera Karl Kristian Schmidt (interpretado por Thomas Bo Larsen) llegue a su pequeña ciudad de provincias y descubra que es su verdadero padre.

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Cineuropa: El filme ya ha sido estrenado en Dinamarca, ¿qué acogida ha recibido?
Thomas Vinterberg: No muy buena. Ha sido recibida más fríamente que en otros países. En Noruega, por ejemplo, ganó premios y obtuvo una buena acogida. Pero mis compatriotas no me perdonan el haberme ido a América. Creen que con mi marcha contribuí a dejar atrás Dogma y, en consecuencia, desviar la atención de los espectadores de todo el mundo lejos del cine danés.

Después de aquella experiencia, ¿cuál es la situación del cine danés contemporáneo?
El Manifiesto de Dogma fue una óptima ocasión para hacer equipo, unir a los cineastas del país. Los firmantes seguimos manteniendo relación. Yo sigo siendo amigo de Lars von Trier y Susanne Bier. Pero tomamos otros caminos, nos alejamos de un movimiento que se estaba convirtiendo en una marca y habría terminado por limitar nuestra creatividad. Hoy en día, el clima de entonces ha dejado de existir, los jóvenes realizadores de mi país están solos. El cine danés vive un momento de crisis, quizás el peor de su historia. Lo bueno es que esta situación puede convertirse en un síntoma de vitalidad.

When a Man Comes Home es un filme que se acerca, al menos en el contenido (una reunión de familia, los secretos de un pequeña comunidad que salen a la luz) a Festen, la obra que le consagró
Sí, pero las coincidencias entre los dos filmes terminan aquí. Mi última película es un filme mucho más cálido y orgánico. Por esta razón, me hubiera gustado ambientarlo en Italia, pero mis productores pensaron que habría sido imposible. Berlusconi ha terminado con las subvenciones. Elegí rodarlo en 35 milímetros porque es más intenso. El digital es el modo más cínico de filmar la realidad. Con Festen, sacudí al público; mientras que When a Man Comes Home está pensada como un filme más delicado.

En el elenco de la cinta, junto al debutante Oliver Möller Knauer, hay un actor asiduo en sus filmes, Thomas Bo Larsen. ¿Cómo fue el trabajo con los otros actores
He rodado prácticamente todos mis filmes con Thomas. Trabajar con profesionales como él es muy cómodo. El director explica lo que espera y lo obtiene. Con los debutantes es otra historia. Ellos dicen: “Aquí estoy, ¿que tengo que hacer?” Es una manera de trabajar más complicada, pero entusiasta.

Tras ver los toques de comedia que tiene este filme, ¿continuará con un registro ligero?
No, mi próximo proyecto será un filme muy denso. Comenzaré a rodarlo en enero con un bajo presupuesto. La historia, basada en una novela de Jonas T. Bengtsson, indaga en el corazón negro de Escandinavia. Es una obra profundamente danesa.

Entonces, ¿por el momento no regresa a los Estados Unidos?
No excluyo la posibilidad, antes o después. Pero mi corazón está en Europa, es aquí donde me gusta trabajar.