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CANNES 2009 Una Cierta Mirada / Portugal

En el corazón de las brillantes tinieblas de Tonia

por 

João Pedro Rodrigues, uno de los jóvenes talentos portugueses con más proyección, vuelve a Cannes para presentar To Die Like a Man [+lee también:
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en la sección Una Cierta Mirada, que le va como anillo al dedo por su radicalmente original visión, del certamen francés, donde en 2005 estrenó su segunda película, Odete [+lee también:
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, en ese caso en la Quincena de Realizadores.

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La película relata el trágico destino de una estrella del mundo de los travestís en Lisboa, Tonia, que ha abandonado por completo su identidad masculina para abrazar radicalmente su feminidad a base de una serie de transformaciones físicas que le causarán unas infecciones mortales. Sin embargo, Tonia nunca ha aceptado la operación que supone la metamorfosis total por sus creencias religiosas, que le han hecho interiorizar ciertos tabúes sociales que la marginan. Por eso, deja a todos con un palmo de narices y al final decide “morir como un hombre” (como reza el título del filme).

Los pasos de Rodrigues siguen a los de su heroína en el sentido de que sus elecciones de puesta en escena casan totalmente con su temática. Nos trae un melodrama existencialista que se articula en torno al amor bello, doloroso y excesivo hasta el final de Tonia y Rosario. Con la comedia musical como telón de fondo, el director nos desvela, por un lado, los entresijos de los espectáculos de travestís, con un gusto especial por las flores frágiles que piden muchos mimos y, por otro, la corporeidad de la vida de los personajes a través de duras escenas.

Las elecciones estéticas del director se ajustan a su objetivo, entre las secuencias muy coreografiadas (que vemos desde el principio, cuando asistimos al lento baile nocturno de soldados con uniformes de camuflaje bastante rococó), los cuadros vivientes en los que los personajes se quedan inmóviles durante, a veces, toda una canción y el uso de filtros unas veces azules y otras rojos, reemplazados al final por una sobreexposición extrema de la imagen. Esta estética transexual que llena toda la película queda muy bien resumida en la extravagantemente elegante Maria Bakker, que vive con su compañera Paula, de una cómica sumisión, en un bosque profundo y sombrío como una letra escarlata.

Con To Die Like a Man, Rodrigues nos introduce en la brillante noche de ese mundo oculto que no puede salir a la luz, a esa luz cegadora del día que baña la escena final, despojada de sus colores.

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(Traducción del francés)

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