02/09/2009

Hacía mucho tiempo que una producción italiana no se encargaba de inaugurar el Festival de Venezia, que este año se celebra del 2 al 12 de septiembre. Una responsabilidad nada ligera para Giuseppe Tornatore, que esta noche presenta en estreno mundial su último trabajo, BAARIA [+lee también:
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Tras la paréntesis relativamente modesta de La desconocida [+lee también:
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ficha de la película]Tornatore, para el cual no resultan nuevas las superproducciones (recordemos La leggenda del pianista sull’oceano), ha realizado la película más cara del cine italiano moderno. Un largo viaje que, a pesar de no alejarse jamas de las calles y los alrededores de la localidad siciliana de Bagheria (reconstruida en Túnez), recorre cuarenta años de la historia de Italia, desde el fascismo al boom económico, con algunas incursiones en la primera década del siglo pasado.

El punto de vista es el de Peppino y Mannina, que de adultos son encarnados por Francesco Scianna y Margareth Madè. La unión entre ambos es obstaculizada por los padres de ella a causa de que él es comunista. Un joven que descubre la pasión por la política tras la contienda mundial. Junto a los jóvenes protagonistas, en un flujo de imágenes que recorren todo el siglo pasado, desfilan tres generaciones de personajes, un compendio de una sociedad a caballo entre la tradición y la modernidad.

“Un artista habla sólo de aquello que sabe, con las cuales siente una profunda comunión”, reza la película en los créditos finales. Y no hay duda que Tornatore, que ha vivido en Bagheria hasta los 28 años, utilice su propia vida para describir, a veces con rápidos apuntes a cargo de una interminable lista de actores conocidos en papeles menores, una enorme galería de personajes, desde los familiares de la pareja a los habitantes del pueblo, pasando por los políticos en busca de votos (Michele Placido, que en Venecia presentará en concurso Il grande sogno [+lee también:
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ficha de la película], es un diputado del Partido Comunista).

Un recuerdo narrado de modo barroco por parte de un autor que querría relatar su vida de modo épico (el hijo de Peppino y Mannina no abandona nunca su cámara de fotos, exactamente como el joven Tornatore). BAARIA es un compendio del cine de Tornatore: cine histórico, apoyado en la banda sonora de Ennio Morricone, y mosaico de miniaturas. Sus mejores momentos son el gusto por la anécdota del director y guionista que da vida a personajes reales (el pintor Renato Guttuso) y míticos (la escultural Monica Bellucci, que vuelve a encantar a los sicilianos como ya hiciera en Malèna), situaciones reales (el rodaje de Il mafioso, de Alberto Lattuada, en Villa Palagonia) y la habitual fascinación por el proyector.

(Traducción del italiano)