Eric Rohmer, la muerte de un maestro

12/01/2010

Las reacciones no se han hecho esperar tras el anuncio de la muerte a los 89 años del cineasta Eric Rohmer el pasado lunes en París. El presidente Nicolas Sarkozy ha rendido “homenaje al talento y la verdad de un gran autor”, mientras que el primer ministro François Fillon lo ha definido “cineasta de lo sutil (…), desde hace tiempo un clásico del cine francés” y el ministro de Cultura Frédéric Mitterrand ha recordado a “un hombre de cine completo y, al mismo tiempo, una reminiscencia perfectamente encarnada de la gran tradición literaria de los analistas del corazón.”

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Para Véronique Cayla, presidenta del Centro Nacional del Cine (CNC) , Rohmer deja “una obra potente y personal, gracias a un estilo cinematográfico único donde se mezcla la sutileza de la narración, la evidencia de los diálogos y la simplicidad fulgurante de la dirección”. Por último, en palabras de Antoine de Clermont-Tonnerre, presidente de Unifrance, el realizador “simbolizaba un determinado espíritu francés compuesto de elegancia, fineza y seducción”.

Nacido el 4 de abril de 1920 bajo el nombre de Jean-Marie Maurice Schérer, Eric Rohmer fue una de las figuras principales de la Nueva Ola. Entre 1957 y 1963, fue redactor jefe de la revista Cahiers du cinéma y en 1962 fundó Les Films du Losange con Barbet Schroeder. Comenzó su carrera como director en 1959, con Le Signe du Lion, y desde entonces ha dirigido 24 largometrajes, con los cuales ha sido galardonado en los principales certámenes del mundo. Participó en dos ocasiones en la competición de Cannes, con Mi noche con Maud en 1969 (que fue asimismo candidata al Oscar al mejor guión en 1971) y La marquesa de O… , que obtuvo el Gran Premio en 1976.

En Berlín, obtuvo un premio especial del jurado en 1967 por La coleccionista y un Oso de Plata en 1983 con Pauline en la playa, y acudió a la competición berlinesa en otras dos ocasiones, en 1992 y 2004. En 1986, ganó el León de Oro de Venecia con El rayo verde y, sin dejar el festival italiano, obtuvo un premio especial Osella al mejor guión por Cuento de otoño en 1998 y fue seleccionado en 2007 con su último largo, El romance de Astrea y Celadón [+lee también:
tráiler
ficha de la película]. En 2001, el Festival de Venecia le entregó un León de Oro por el conjunto de su obra. Además, Eric Rohmer ganó la Concha de Oro de San Sebastián en 1971 por La rodilla de Claire, que le valió asimismo un Premio Louis-Delluc.