13/01/2010

La gran novedad de la semana es el estreno en los cines belgas de Mr. Nobody [+lee también:
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entrevista: Jaco Van Dormael
entrevista: Jaco Van Dormael
ficha de la película], la tercera película de Jaco Van Dormael. Más de seis meses después de la cita fallida en Cannes, a causa de los desacuerdos artísticos entre el realizador y su agente de ventas, Wild Bunch, por lo que se hicieron dos montajes distintos (al final, la decisión quedó en manos del distribuidor), la película, una especie de monstruo híbrido, fuente de todas las suposiciones, llega finalmente a los cines.

La esperadísima cinta se estrena en un momento en el cual la Comunidad Francesa se preocupa por la falta de interés del público por su cine. Esperado como un mesías, fue adelantado por una pequeña película que tardó en salir (Les Barons [+lee también:
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Entrevista con el director y la actriz…
entrevista: Nabil Ben Yadir
ficha de la película] y sus 115.000 espectadores). Respaldado por un presupuesto colosal de 33 millones de euros, el mayor de la historia del cine belga, Mr Nobody llega (un poco demasiado) cargado de esperanzas y fantasmas cinéfilos.

Van Dormael ha pasado diez años “intentando vivir” y reflejar en la gran pantalla el proyecto de la vida, este desorden aparente que se abstiene de toda norma narrativa. Crea a Nemo, un niño enfrentado a una decisión imposible, por lo que procura vivir todos las posibilidades. Estas vidas desmultiplicadas son personificadas por una creatividad visual que hechiza, derivada ya sea del imaginario personal del realizador (se reconoce el universo poético de Totó, el héroe), que del universo gráfico de Schuiten y Peeters, consejeros artísticos “del futuro” reflejado en la película. Pero más allá de este entretejido de relatos, lo que se busca y encuentra es el amor verdadero y se dice que entre Nemo y Jaco, el más soñador de los dos no es el que creemos.

Mr. Nobody, distribuido por Belga Films con 35 copias, se lanza a la conquista de su público. Frente a él, varios estrenos europeos, Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina [+lee también:
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ficha de la película], de Daniel Alfredson, que en su país de origen, Suecia, fue difundido como telefilme, pero que en Bélgica, como muchos otros territorios, será distribuida en cines (con 19 copias; y dos películas francesas, Une affaire d’Etat [+lee también:
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ficha de la película], de Eric Valette, y Une petite zone de turbulence [+lee también:
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ficha de la película], de Alfred Lot.

(Traducción del francés)