15/02/2010

El artista callejero inglés Banksy, cuya identidad sigue sin conocerse, no estuvo presente en Berlín, pero el público, que asistió ayer a la proyección fuera de concurso de su primera película, no le guardó rencor, a juzgar por las numerosas sonrisas a la salida. Por otro lado, no hubiera podido ser de otra manera, ya que, después de haber visto la película, cualquier respuesta a las preguntas de los periodistas hubiera sido decepcionante. Sin embargo, en el mensaje que dejó a los asistentes, dice su película es al arte urbano lo que Karate Kid a las artes marciales, un estímulo para ir cada vez más lejos.

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tráiler
ficha de la película] se presenta en primer lugar como una docu-ficción sobre el nacimiento de un nuevo e efímero tipo de arte, con la aparición de artistas de calle como Space Invader, Shepard Fairey y el mismo Banksy, pero la atención se vuelca muy rápidamente sobre otro “ejemplar”, el francés Thierry Guetta, primo de Space Invader, videartista obsesivo que no observa ni muestra nunca los millares de películas que apila en cajas y se limita con el gesto de filmar (en una especie de grado cero del “happening”) a los distintos artistas de calle que acompaña por todas partes, atizado por el peligro y la ilegalidad de sus equipos nocturnos.

El gracioso Banksy, conocido por haber conseguido exponer una de sus obras en el museo Tate Modern (pero que reconoce aquí haber realizado otras experiencias más secretas, como forjar un millón de libras esterlinas falsas, en billetes de diez, con la efigie de Lady Diana), explica que su película nació de la voluntad, o más bien de la veleidad, de Thierry de hacer un documental sobre él (es “una película sobre un tipo que intentó hacer una película sobre mí”, dice), pero que siendo Thierry más interesante, es él quien terminó por consagrarle una obra.

Después de una serie de aventuras indescriptibles, Thierry se vincula a Banksy, hasta el punto que este último termina por obligarlo a parar de filmar y organizar su propia exposición, “Life Is Beautiful”, un enorme evento hollywoodiano presentado en 2008 que termina por hacer de Thierry, rebautizado MBW (Mr. Brainwash), un artista de la noche a la mañana, siendo sus creaciones instantáneas regurgitaciones de las obras de Andy Warhol: por esto Banksy califica su trabajo como “la primera película de catástrofes sobre el arte callejero”.

Lejos de ser un desastre, la película es un éxito magistral: lo que Banksy llega aquí a hacer, es ofrecernos, una nueva obra de arte, un nuevo “happening” a la enésima potencia en la persona misma de MBW. Y el genio de Banksy es tal que en Berlín el público se preguntó si no estaría escondido entre los espectadores, ausente y al mismo tiempo omnipresente, difundiendo su creación proteiforme. Cuando un artista añade a una creatividad desbordante tanto humor, la diversión está asegurada.

(Traducción del francés)