email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

CANNES 2010 Competición / Reino Unido

Ken Loach s'en va en guerre sur Route Irish

por 

La guerra es solo un negocio. Que se lo pregunten a Julio César; a Atila; a Napoleón; a la familia Krupp, que construía cañones; a la Bayer, que producía el Zyclon B para las cámaras de gas nazis; a las pequeñas fábricas europeas de las minas antipersona que se ocultan en los campos afganos; a los bancos que blanquean capital; a los señores de la guerra africanos; al antiguo vicepresidente de la administración Bush, Dick Cheney. Reafirmarlo es, tal vez, necesario; mostrar la verdad es, todavía, un acto revolucionario.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Ken Loach compite en Cannes gracias a la selección, a dos días del límite de plazo, de Route Irish [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
. La película es un golpe directo a la sonrisa que se nos había quedado dibujada en el rostro tras Buscando a Eric [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Cannes 2009
Ken Loach

entrevista: Steve Evets - actor
ficha de la película
]
, convirtiéndose en su obra más dura, tanto en el ámbito político como en el visual. En esta coproducción entre el Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica y España no hay espacio para la ironía que caracteriza el cine del director británico, de 73 años de edad, y de su fiel guionista Paul Laverty.

Route Irish es el nombre de la tristemente famosa carretera que une el aeropuerto de Bagdad con la «Zona verde», la vía más peligrosa del mundo. Loach se ha declarado siempre contra la ocupación, pero hasta ahora no la había tratado en una película. En esta ocasión, lo hace por medio del oscuro mundo de los ex combatientes británicos que trabajan para las empresas privadas en Iraq. Muchos de ellos, como el protagonista, Fergus (Mark Womack), lloran a los amigos caídos durante el conflicto y sufren de estrés post-traumático. Fergus ha vuelto a su casa, em Liverpool, donde se dedica a lamerse las heridas y a vivir con sus demonios. Su única cita es con la rabia: el funeral de Frankie, su inseparable amigo de la infanzia. Fergus todavía puede ver el momento en que convenció a Frankie, un antiguo paracaidista, para que formase parte de su equipo de protección en Bagdad. 10.000 libras al mes, libres de impuestos. Ahora, los restos de Frankie, alcanzado por un cohete cuando iba a bordo de un todoterreno que recorría la Route Irish, reposan en un féretro. Al lado del ataúd está Rachel (Andrea Lowe), la mujer de Frankie, de la que Fergus ha estado enamorado desde siempre (tiene tatuado su nombre en el bíceps, y le dice «Frankie y yo lo compartimos siempre todo, menos a ti»).

La reconstrucción oficial de lo sucedido en el atentado no convence a Fergus, quien se decide a investigar por su cuenta junto a Rachel. Frankie había sido testigo de algo que no tenía que haber visto y quizá por ello ha sido asesinado por sus propios compañeros. Fergus se enzarza en una guerra frontal con la empresa de seguridad que los ha convertido en «criminales dispuestos a llenarse de dinero los bolsillos» y que tiene pensado, tras Iraq, dirigirse a Darfur, donde, entre la seguridad y el aparato bélico, se cuece el gigantesco negocio de la reconstrucción.

Loach regatea al espectador con escenas de acción bélica de alta tensión –tomadas en una semana de rodaje en Jordania, el mismo destino que eligió Kathryn Bigelow para En tierra hostil–, secuencias de tortura –los mismos tipos de tortura que se emplean en Guantánamo– y explosiones, construyendo un thriller político de tono oscuro gracias a la fotografía extremadamente plúmbea de Chris Menges. El fotógrafo vuelve a trabajar con el director veinte años después, tras haber colaborado con Stephen Daldry en El lector [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
y con Tommy Lee Jones en Los tres entierros de Melquíades Estrada. Mostrar la verdad, en fin, es todavía un acto revolucionario para Ken Loach.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy