09/07/2010

La industria de cine del Reino Unido es un hervidero de rumores sobre la futuro de la 23ª película de la legendaria saga de James Bond. En abril, impulsados por la posibilidad de una bancarrota de MGM, los productores Michael G Wilson y Barbara Broccoli emitieron un comunicado en el que confirmaban que la preparación de la película había sido detenida.

En dicha ocasión, afirmaron que, “a causa de la permanente incertidumbre en torno al futuro de MGM y del fracaso a la hora de completar su venta”, han decidido “suspender de modo indefinido el desarrollo de la película número 23 de Bond”. Han añadido que desconocen “cuándo reanudará” y que no disponen “de una fecha de estreno”.

Ahora, en una nuevo anuncio de la productora EON Productions a un tabloide británico, dicen no saber “cuándo proseguirá el desarrollo” y no tener intención de “hacer más comentarios al respecto”. Además, el periódico cita a una fuente anónima de la compañía que afirma que “se ha dicho a parte de la producción que el proyecto ha sido definitivamente cancelado. No ha sentado nada bien porque hasta ahora se ha invertido mucho tiempo, dinero y trabajo”.

Mientras tanto, Daniel Craig, que está bajo contrato para interpretar a Bond en la siguiente película, está actualmente rodando Cowboys & Aliens, de Jon Favreau, y se ha comprometido a protagonizar la versión de Millennium 1: Los hombres que no amaban las mujeres que dirigirá David Fincher.

Y, por su parte, Sam Mendes, que ha sido contratado para dirigir el nuevo episodio de la serie Bond, está muy ocupado con las representaciones de obras de Shakespeare en el teatro de Londres Old Vic. Además, cuenta con cinco proyectos en desarrollo: Netherland, On Chesil Beach, Lost in Austen, Middlemarch y Butcher’s Crossing. Si alguna de estos proyectos entra en fase de producción y lo nuevo de Bond vuelve a ponerse en marcha, EON puede verse obligada a buscar otro director.

(Traducción del inglés)