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VENECIA 2010 Jornadas de los Autores / Italia

Daniele y Andrea Segre celebran la libertad y los derechos humanos

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La célebre fotógrafa italiana Lisetta Carmi y los inmigrantes subsaharianos que escenificaron unas sonadas protestas en la localidad transalpina de Rosarno el pasado mes de enero son los protagonistas de dos producciones europeas proyectadas el viernes en las Jornadas de los Autores de Venecia. Puede parecer una combinación poco usual, pero en realidad están vinculadas por la idea de que los elementos más fuertes de una sociedad tienen el deber de proteger a los más débiles.

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El fotógrafo y cineasta Daniele Segre definió su Lisetta Carmi: Un’anima in cammino un proyecto de amor. Carmi, que trabajó principalmente durante los años 60 y 70, es conocida por sus retratos de travestis, de los habitantes de algunos de los peores barrios de chabolas del mundo y de Ezra Pound.

La fotógrafa creció en la época de las leyes raciales impuestas por el régimen fascista y tuvo que dejar el colegio por ser judía. Fue algo que la marcó para siempre, el auténtico motor de su carrera, en la cual intentó, según sus propias palabras, “entender y capturar con mi cámara a los ciudadanos más marginados y empobrecidos del mundo”.

Se vistió de hombre para entrar en contacto con las travestis de Génova, muchas de las cuales eran prostitutas. Recogió una impresionante colección de fotografías de Pound, un conocido antisemita, cuando éste abandonó el hospital psiquiátrico y volvió a Italia. Y cuando empezó a ganar más dinero de la industria que de las prensa, Carmi, que había vivido toda su vida sin ceder un ápice su integridad, dejó su carrera para construir el primer asram (un lugar de meditación y enseñanza de raiz hinduista) de Italia.

Sobre su documental, el extraordinariamente oportuno Il sangue verde, Andrea Segre (que no guarda ninguna relación con Daniele) ha esperado que se apaciguase la tormenta mediática que rodeó el pasado invierno las revueltas de Rosarno. Viajó a diversos centros para refugiados, donde se encontraban los trabajadores que había dejado la localidad italiana, para, en sus palabras, “escuchar lo que la mayoría no quería oír”.

Revela así la terrible situación laboral y humana en que viven los inmigrantes y el racismo cada vez más común en Italia. Uno tras otro, los entrevistados hablan de las guerras y la pobreza de que han huido intentando buscar una vida mejor. Para volver a ser humillados y explotados y, en algunos casos, vivir en medio de una incluso mayor pobreza.

Algunos de estos inmigrantes han acompañado la proyección del documental en Venecia y han repetido su desgarradora petición de ser tratados como seres humanos, no criminales o esclavos. Además, han asegurado al público que la situación no ha cambiado en este año. Se acerca la cosecha y nada parece indicar que algo vaya a mejorar. Más bien lo contrario, el racismo y la violencia son alimentados por la clase política, a pesar de que la situación económica italiana, como la del resto de países occidentales, se resentiría enormemente sin inmigrantes.

Según Giuseppe Pugliese, que trabaja en un grupo que defiende los derechos de los inmigrantes en Rosarno, esta ciudad se ha hecho conocida “sólo gracias a que los africanos han reaccionado. Pero hay muchas localidades en la misma situación en toda Italia”.

Los derechos de Lisetta Carmi no han sido aún adquiridos por ninguna televisión, mientras que Il sangue verde será emitido para la RAI a mediados de septiembre.

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(Traducción del inglés)

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