21/11/2011

El pasado fin de semana se puso punto y final en Tallin a la edición de 2011 de Animated Dreams, el certamen dedicado al cine de animación más importante de la región báltica. A lo largo de sus trece años se ha ganado una merecida reputación gracias a su ecléctica y valiente programación, y esta edición no ha sido menos.

La ganadora del Lobo de Madera, máximo galardón de la competición internacional, ha sido The External World, de David O’Reilly: una oscura sátira de la animación y la moral que se presenta como una mezcla entre la obra de David Lynch y el británico Chris Morris. Ganadora asimismo del premio del público, su retorcida sensibilidad ha supuesto una bocanada de aire fresco con respecto a los típicos temas tratados por la animación. Otras películas que han dejado huella han sido la imaginativa y absurda Lady Crush, de Hanna Sköld, un cuento sobre la identidad y el deseo; y la estonia Body Memory, de Ülo Pikkov, que ha vuelto a hechizar al público tras ganar numerosos premios en el circuito de festivales. Además, el resto de secciones, entre las cuales se encontraban un homenaje al legendario director estonio Rein Rammat, la celebración del 80º cumpleaños de la animación estonia y un ciclo de animación independiente japonesa, han redondeado una edición que ha gozado de un gran éxito tanto entre el público como entre los numerosos artistas presentes.

Sin embargo, el acontecimiento más importante de 2011 ha sido el lanzamiento de la primera edición del AnimaCampus Tallinn. Jóvenes profesionales del sector de la animación enviaron sus trabajos y una carta de presentación. Los artistas seleccionados han sido invitados a pasar cinco días en la capital estonia, donde han participado en conferencias, presentaciones y talleres cuyo objetivo era ayudarles en sus carreras. Tras acudir a la ceremonia de apertura y conversar con profesionales llegados de lugares tan dispares como Israel, Noruega o Estados Unidos, estaba claro que estaban emocionados por estar en Tallinn y participar en el evento, donde podían conocer a muchos talentos de su misma generación.

Con el paso de las jornadas del AnimaCampus, repletas de proyecciones y conferencias de gente como Mark Shapiro (Laika Studio, artífice de la candidata al Oscar Los mundos de Coraline), se hizo evidente el entusiasmo creativo, que presagia un estupendo futuro para el evento. De hecho, parece tener todo a favor para convertirse en una cita obligada en el ámbito del cine de animación no sólo en al área del Báltico, sino en todo el mundo.

(Traducción del inglés)