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BERLINALE 2012 Forum / Alemania

Caballeros insomnes y sin meta en la España de hoy día

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Caballeros insomnes, primer largometraje del alemán Stefan Butzmühlen y la española Cristina Diz, ha sido presentada hoy 13 de febrero en estreno mundial como parte de la sección Forum de la 62ª edición del Festival de Berlín.

El inicio de la película deja clara en seguida la situación: un joven (o, mejor dicho, el cuerpo de un joven, ya que está desnudo) acaricia un caballo en la penumbra de un establo un soleado día de verano. Estamos en Extremadura, una de las regiones españolas menos visitadas por el cine internacional, en un pueblo adonde Carlos (el joven de la escena inicial, interpretado por Raúl Godoy) ha vuelto para ayudar a su padre, cuya demencia senil le impide cuidar adecuadamente de su ganado.

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Aunque esté en su casa, Carlos se siente un extranjero. Vuelve desde Madrid, donde ha perdido su trabajo, y es extraño a todo lo que le rodea, tanto en su apariencia como en su mentalidad. La vida sigue los rituales habituales de toda Europa meridional: procesiones de santos, fiestas de pueblo para los más ancianos y noches de marcha en el único bar de la zona para los más jóvenes y almuerzos de familia aderezados con cotilleos del pueblo.

Mientras la televisión da cuenta de las manifestaciones contra el sistema bancario y el paro celebradas en Madrid, el evidente malestar de Carlos parece aliviarse al menos de manera provisional por la llegada de Juan (Jaime Pedruelo), un joven policía con el que comparte el carácter forastero y la belleza. Entre los dos, tras alguna reticencia inicial, nacerá una relación.

De manera paralela a esta historia de amor, que enseguida se revela muy frágil y destinada a durar poco, los directores presentan un mundo paralelo de tintes caballerescos. Por un lado, los jóvenes intentan afirmarse y descubrir su lugar en el mundo; por otro, los ancianos interpretan, con irreal seriedad, el papel de caballeros del castillo que domina el valle, armados de corazas.

A partir de este momento, los dos niveles pierden cualquier tipo de conexión lógica. Carlos y Juan están cada vez más atormentados, los ancianos ejecutan acciones cada vez más quijotescas, llenas de absurda y melancólica alegría, mientras el pueblo sigue matando el tiempo con los hábitos de siempre y la comunicación entre sus habitantes se debilita.

A medida que avanza la historia se aprecian los límites y la ingenuidad de los directores; por ejemplo, en la decisión de utilizar a actores no profesionales y darles la libertad de narrar sus propias vidas o concentrarse en escenas de gran impacto visual pero poco funcionales con respecto al resto de la historia, que provoca que la película tienda a parecerse a una colección remendada de temas sin conexión entre sí.

La hermosa fotografía, de tonos cálidos, con gran dominio del ocre y el rojo de la tierra, es el elemento más destacado de la cinta, a pesar de que en ocasiones cede a la tentación de componer postales con los encuadres.

Caballeros insomnes, rodada por un equipo español y alemán, ha sido coproducida por Butzmühlen y Diz con la empresa Salzgeber & Co. Medien GmbH.

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(Traducción del italiano)

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