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BERLINALE 2012 Fuera de competición / Reino Unido / Irlanda

Marsh se luce en Shadow Dancer

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La última película del oscarizado director inglés James Marsh se acerca con mayor sutileza que de costumbre al conflicto en Irlanda del Norte. Todos los elementos están presentes en Shadow Dancer [+lee también:
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—rebelión, venganza, culpa, familia, una bomba en el metro de Londres, hambre en Belfast…— prácticamente de la única manera posible, pero el director confiere a la película un fuerte toque personal que marca las diferencias.

El guión que el antiguo periodista Tom Bradby ha adaptado a partir de su propia novela abre el telón en Belfast en 1973. Una joven manda a su hermano pequeño a comprar un paquete de cigarrillos para sus padres. Al bajar, se ve en mitad de un tiroteo callejero y pierde la vida. Veinte años más tarde, Collette (Andrea Riseborough, a la que vimos en Happy: un cuento sobre la felicidad [+lee también:
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) pone una bomba en el metro de Londres que olvida activar. El MI5 logra capturarla y el agente Mac (Clive Owen) le ofrece un pacto: o se convierte en una infiltrada en el grupo del IRA que dirigen sus hermanos Gerry (Aidan Gillen) y Conor (Domnhall Gleeson) o va a la cárcel y entrega a su hijo Mark a los servicios sociales.

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Al final, Collette acepta el trato y, a pesar de que es consciente de la gran traición que supone a su familia, a su causa y a ella misma, pasa información a Mac sobre el próximo atentado, que el MI5 logra parar en una operación que termina con la muerte de uno de los miembros del IRA. Aquí se nos ofrece otra cara de la historia: Mac se enfrenta a los superiores, representados por Kate Fletcher (Gillian Anderson), cuando deciden soltar a Collette a su libre albedrío. Esta liberación alimenta las sospechas de Kevin Mulville (David Wilmot), hombre despiadado y poderoso del IRA que amenaza la vida de Collette.

La solidez del guión es intachable: nada sobra, nada falta y cada línea está en su sitio. No obstante, el principal atractivo de Shadow Dancer reside en su atmósfera: Marsh elige el gris como color predominante y aunque el verde de la hierba de Irlanda del Norte contrasta con los cielos lluviosos, el director opta por concentrarse en los detalles: por ejemplo, el abrigo rojo que Collette, en una acción tan ridícula como emocionante, viste tratando de pasar desapercibida.

La narración aparece entrecortada brevemente para retratar el pasado de los personajes y sus relaciones en el seno de la familia de Collette, del IRA o del MI5, lo que ofrece un buen punto de apoyo a Marsh para combinar sus habilidades en el género documental con escenas de un calado emocional mayor pero nunca excesivo que desembocan en una historia poderosa en torno a un tema del que ya se había dicho mucho.

Shadow Dancer es una producción de la británica Unanimous Pictures con el apoyo del UK Film Council y la Irish Film Board. Su agente de ventas es Wild Bunch.

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(Traducción del inglés)

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