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PORTUGAL

El principio de Manoel de Oliveira

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Manoel de Oliveira ha presentado en Madrid y Barcelona su película El principio de incertidumbre, recientemente estrenada en las salas españolas. Basada en la novela de la escritora portuguesa Agustina Bessa-Luís, “Jóia de familia”, relata la historia de una familia de la alta burguesía en Oporto, ciudad natal del director. El río Duero, que enlaza las distintas fases de la narración, “es el símbolo de la vida –dice el director de 95 años- porque desemboca más allá, y los puentes que lo cruzan son los instrumentos que sirven para unir las dos riberas, son como las palabras que conectan a las cosas. La luz que lo baña es la esperanza que nos anima a seguir adelante a pesar de las dificultades, las amenazas de guerra y otras cosas más tristes. Por fortuna, siempre hay una luz al final del túnel”.
Las películas de Oliveira son difíciles de contar, enuncian los hechos de la novela sin dejar que entremos en ellos. Como el crítico Ángel Fernández Santos ha dicho en el diario El País, el maestro “ama las palabras de esta aristocracia de las imágenes, sus ideas entran sin voces, en silencio, a través de los ojos”.
El director portugués afirma que no ha hecho pacto alguno con el diablo –nadie diría que tiene 95 años-, pero todos los años nos regala una película. De hecho, acaba de terminar el rodaje de Un filme falado (Una película hablada), con los actores John Malkovich, Irene Papas, Catherine Deneuve y Stefania Sandrelli como protagonistas: “Durante 14 años no hice cine, reflexioné y cambié completamente la opinión que tenía del cine. Se ha vuelto algo mucho más serio, que exige rigor y autenticidad histórica”.

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