22/08/2012 - La caravana de François Pirot llega hoy a los cines de Bélgica tras su gira veraniega por los festivales del país

Presentado a principios de este mes en Locarno, donde se alzó con el premio del jurado joven (leer más), el primer largometraje de François Pirot, Mobile Home [+lee también:
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ficha de la película], cuenta el viaje desesperadamente inmóvil de dos perdedores, ora magníficos, ora patéticos, que, con treinta años ya a sus espaldas, se preguntan cómo van a conseguir encontrar su lugar en el mundo, tanto a nivel profesional como social, familiar y sentimental. Aunque podrían resultar pesados, la espontaneidad y la energía de la pareja protagonista encarnada por Guillaume Gouix y Arthur Dupont (en la foto) los acercan al espectador y lo hacen ver más allá de la mera comedia de treintañeros en crisis que cabría esperar.

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La distribución de 9 copias a cargo de Cinéart entra dentro de lo habitual en lo que respecta al cine belga francófono en el país centroeuropeo. La campaña de lanzamiento de la cinta, sin embargo, es bastante menos tradicional. Orquestada por la empresa Cuistax (fundada recientemente, fruto de la imaginación de Philippe Kauffmann, de La Parti Production, en asociación con Joseph Rouschop, de Tarantula, productora de la película), la campaña promocional ha llevado la famosa caravana por los grandes festivales de música del verano en Bélgica. Los asistentes pudieron entrar en el camping-car para hacerse una foto, atracción a la que no pudo resistirse el propio primer ministro belga. Esta acción original, aderezada por un dispositivo online y una colaboración estrecha con el diario Le Soir, ha conseguido que la existencia de la película llegue a los oídos de su público meta. En unas semanas sabremos sus resultados de taquilla.

Cabe destacar que hoy también se estrena en 135 salas de Francia A perdre la raison [+lee también:
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entrevista: Joachim Lafosse
ficha de la película], de Joachim Lafosse (leer más). Liberada del peso de los hechos reales en que se inspira (y que abruman al público belga) e impulsada tanto por el entusiasmo mediático de medios de referencia en Francia como Les Inrockuptibles o Libération como por colaboraciones de prestigio (sobre todo con France Inter), la película debería llegar al público francés con más facilidad que en Bélgica, donde, a pesar de todo, sedujo a 35.000 espectadores.

(Traducción del francés)