14/11/2012 - El director portugués Carlos Saboga hace su debut en el largometraje de la mano del productor Paulo Branco con Photo, presentado a concurso en la sección CinemaXXI del Festival de Roma

Al cineasta portugués Carlos Saboga la oportunidad de dirigir su primer largometraje le ha llegado de la mano del productor Paulo Branco con la cabeza llena de canas. Sin embargo, no es ningún recién llegado a esto del cine, con experiencia como segundo director y guionista (por citar un ejemplo sobre el resto, es el autor del guión de Misterios de Lisboa [+lee también:
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ficha de la película], de Raúl Ruiz). Su primer largometraje, titulado Photo [+lee también:
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ficha de la película], ha sido presentado a concurso como parte de la sección CinemaXXI de la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Roma.

Photo, una obra realizada por portugueses (Saboga, Branco, el director de fotografía Mário Barroso, el montador Paulo Mil Homens) desde Francia y rodada principalmente en Francia, es un regreso al pasado, desde la actualidad hasta los turbulentos años 70, a través de un viaje emprendido por Elisa (interpretada por la francesa Anna Mouglalis) tras las huellas de su recién fallecida madre Elsa. Cuando, mirando fotos y reviviendo recuerdos de su madre, surge en ella la sospecha de que su padre no es quien ella había creído, Tom (el belga Johan Leysen), Elisa viaja hasta Lisboa para conocer en persona al grupo de revolucionarios, brutales soñadores con la ambición de cambiar el mundo, ya ancianos, locos o muertos, que acompañaron a su madre en la época en que Elisa fue concebida.

El tremendo parecido entre Elisa y su madre provoca un extraño efecto entre aquel grupo de “camaradas”, rechazo y atracción a partes iguales. Con la ayuda de David (el portugués Simao Cayatte), con el cual mantiene un breve y desafectado romance, encuentra uno a uno a los ex componentes del grupo de revolucionarios que se oponían al régimen de Salazar. Uno de ellos se ha reciclado en respetable profesor de universidad (Uriel, interpretado por el francés Didier Sandrev); otro ha sido ingresado en un manicomio (Martim, encarnado por el portugués José Neto); otro, convertido en ministro de un gobierno de derechas, la evita a toda costa (Sergio). Pero todos desean escapar de un pasado manchado de sangre en el que su idealismo produjo monstruos.

La búsqueda de Elisa está condenada a ser infructuosa. La memoria colectiva e histórica de un pasado político complejo y violento se entremezcla con la memoria íntima y personal que Elisa guarda de su madre, que se tambalea al descubrir un episodio de la vida de ésta que no había imaginado. Todo ello a partir de una foto.