19/08/2013 - La película de Thomas Imbach se adentra en un campo minado en el que es extremadamente alto el riesgo de una película coja y, por tanto, defectuosa

Alessandro Baricco afirmó en una ocasión que “la novela histórica de calidad es un raro animal anfibio que en la cadena genética de la narración ocupa un intersticio escondido entre el cómic indigno y la obra maestra literaria a lo Memorias de Adriano”.

Salvando las distancias oportunas, esa declaración de Baricco sirve también para las películas de ambientación histórica, desde Troya hasta El oficio de las armas. Mary Queen of Scots [+lee también:
tráiler
ficha de la película] presentada a concurso en el 66° Festival de cine de Locarno, se adentra, de esta manera, en un campo minado en el que es extremadamente alto el riesgo de una película coja y, por tanto, defectuosa.

Su director, Thomas Imbach, lleva a la gran pantalla la biografía de Stefan Zweig Maria Estuardo haciendo hincapié, como ya ocurriera en la novela, en el interés psicológico del personaje de la reina de Escocia más que en el apartado histórico.

Maria Estuardo escapó de la guerra entre Inglaterra y Escocia al poco de nacer y se crió en el ambiente culto y refinado de la corte francesa de Catalina de Médici. La joven estaba predestinada a llevar la corona de Francia; sin embargo, la prematura muerte de su cónyuge por motivos de salud la obligan a regresar a Escocia, un país devastado por la guerra. Su prima, Isabel I, que acaba de acceder al trono de Inglaterra, es para María como una hermana gemela a quien puede confiar todos sus sentimientos. De su segundo matrimonio nace un heredero al trono, pero su nuevo marido, Lord Darnley, demuestra ser una persona obtusa y de poco fiar, por lo que, tras conocer al amor de su vida, el conde de Bothwell, Maria ordena el asesinato de Darnley y se casa con el conde. Escandalizada por sus acciones y por la ciega pasión que las había motivado, la nobleza de Escocia se rebela contra María, que también pierde el apoyo de sus súbditos. Para evitar una sangrienta batalla, María debe separarse de su nuevo amante y, desesperada, recurre a Isabel en busca de ayuda. La reina de Inglaterra la encarcelará durante 19 años en una celda de oro, de la que solo saldrá para ir al patíbulo.

Imbach explicó en rueda de prensa que, “en un principio no estaba seguro de querer hacer una película de ambientación histórica. Había imaginado a una María Estuardo africana o un personaje de actualidad como Paris Hilton, pero finalmente decidí aceptar el reto de la película de época y enfrentarme al periodo en que ocurrieron los hechos. Me inspiraron mucho Andrei Rublev, de Tarkovski, y Barry Lyndon, de Kubrick”.

Gracias también a una Camille Rutherford que borda el papel de María, la película se mantiene en pie, pero las piernas sobre las que camina hacia delante no resultan lo suficientemente robustas como para alcanzar el Leopardo de Oro.

(Traducción del italiano)