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ATENAS 2013

Tiempos difíciles para los Sentimentales

por 

- El esperado regreso de Nicholas Triandafyllidis es un oscuro aunque divertido drama que mezcla elegantemente la comedia negra con una trágica historia de amor

Tiempos difíciles para los Sentimentales

“La primera cosa que creó Dios fue el amor. Luego llegó la sangre y la sed de sangre”, dice la voz en off de la actriz Ilianna Mavromati (foto), dejando claro el espíritu de la nueva película de Nicholas Triantafyllidis tras catorce años alejado del cine, The Sentimentalists, que fue presentada el pasado jueves en una versión no finalizada en el Festival Internacional de Cine de Atenas.

Protagonizada por dos matones que trabajan para un comerciante ilegal de antigüedades (Takis Moshos), la historia relata cómo sus vidas se hacen cada vez más difíciles cuando cometen su penúltimo error en un mundo de violencia y dolor. El impulsivo personaje interpretado por Haris Frangoulis se enamora de una prostituta (Eftyhia Giakoumi). Su compañero, más calculador y distante (Dimitris Lalos), se prenda de la hija del jefe, encarnada por Ilianna Mavromati.

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En la escena más brutal de la película, Triandafyllidis establece un paralelo con la actual situación del país. Un desconocido contable de lengua inglesa, borracho y colocado de cocaína, lleva a la prostituta a su lujosa suite de hotel. Harto de toda la rabia y odio que Grecia le ha dado, la sodomiza brutalmente. Su hospitalización lanza a los protagonistas a una espiral de violencia que marcará su caída en desgracia.

La banda sonora, compuestas por hermosas pero olvidadas canciones griegas, proporcionan un color a la película que trasciende sus orígenes, su trasfondo brutal, oscuro, divertido y romántico, dando lugar a una atmósfera que atrapa al espectador y los acompaña en un viaje por las obras cinematográficas favoritas del director.

Muchos directores, productores e incluso un diputado (el escritor Petros Tatsopoulos) protagonizan cameos y convierten el regreso al cine de Triantafyllidis en una especie de fiesta. Muy merecida, ya que el director se ha reinventado a través de su amor hacia el cine de género y firma una película cuyo corazón puede ser muy oscuro, pero desde luego muy grande.

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(Traducción del inglés)

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