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DISTRIBUCIÓN Suecia

Una película es buena si dos mujeres hablan sobre algo más que un hombre

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- Cuatro cines independientes suecos crean la calificación de “A” (aprobada) para las películas que superen la prueba feminista Bechdel; su instigadora mantiene sus reservas ante todo ello

Una película es buena si dos mujeres hablan sobre algo más que un hombre
Alison Bechdel

Cuatro cines independientes suecos (Bio Rio en Estocolmo, Roy en Gotemburgo, Spegeln en Malmoe y Röda Kvarn en Helsingborg) han introducido la prueba feminista Bechdel para sus nuevos estrenos: si consiguen superarla, imprimirán una “A” de aprobado en sus anuncios, carteles y programas.

Los requisitos establecidos por la dibujante estadounidense Alison Bechdel para el cine en su cómic Dykes to Watch Out For (1985) se hicieron conocidos en todo el mundo. Así, según ella una película debía: 1) tener al menos dos personajes femeninos; 2) que hablasen la una con la otra, 3) de algo que no fuese un hombre.

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La directora general de Bio Rio, Ellen Telje, comentó a la prensa sueca que conoció el test hace cuatro años y se sorprendió del número tan bajo de películas que consiguen superarlo. El nuevo sistema tiene como objetivo que los distribuidores estrenen más película “aprobadas” e informar a sus consumidoras feministas.

La propia Bechdel ha comentado la iniciativa a través de su web oficial: “(Recientemente) se ha creado un poco de revuelo en torno al test porque una cadena de cines de sueco ha lanzado un sistema de calificación basado en la idea, que robé de mi amiga Liz Wallace, quien (estoy casi segura) a su vez la robó a Virginia Woolf, que escribió sobre ello en 1926”.

“Estoy recibiendo muchas preguntas por parte de la prensa, pero las estoy ignorando. Me hace sentir mal. Parece que hay algo esencialmente erróneo en no aprovechar cualquier oportunidad para hacerse publicidad no sólo para mí, sino también para la valiente cadena sueca de cines y la causa de las mujeres en todo el mundo. En estas entrevistas termino diciendo cosas muy simples y me tengo que defender de acusaciones absurdas, como que la aplicación formal del test a una película es una forma de censura. Siempre me he sentido algo ambivalente ante el hecho de que el test tomase mi nombre y se hiciese popular”, ha remachado la artista.

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(Traducción del inglés)

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