07/02/2014 - La metafísica más atmosférica se encuentra con el pragmatismo de la vida rural uzbeka en un drama centrado en las mujeres que muestra una aguda conciencia social

Envuelta en un velo atmosférico que lo convierte en un drama metafísico, la ópera prima de Saodat Ismailova, 40 Days of Silence [+lee también:
tráiler
ficha de la película], trata mucho más de lo qe se ve a simple vista, ya asombrada lo máximo posible a través de las hipnotizadores técnicas visuales de la directora.

La película comienza con una tétrica banda sonora, preparando la escena para que un viejo fantasma entre en el oscuro plano para confortar a nuestra luchadora heroína, Bibicha. Fijándose impasiva en la nada, su dura respiración indica su aflicción. “Este es un punto de inflexión en tu vida”, le dice el fantasma de su tía, espoleando a Bibicha en su voto de silencio. Uno podría pensar que esta sería una película muda.

Incluso las voces en su cabeza son más de una, y compensan su falta de habla. “Los fantasmas en tu pasado definen tu presente”, le dicen una y otra vez, y mientras se muda a la vieja casa de su abuela para pasarse los 40 días de su voto, la importancia de su propio pasado y el de sus antepasados se vuelve más clara con cada minuto que pasa. Cuatro generaciones de mujeres uzbekas han luchado con su herencia, su cultura y sus incompatibles modos de ver la vida. Sus relaciones con los hombres cobran incluso más importancia a través de la completa ausencia de figuras masculinas en la obra.

La vida rural uzbeka que da forma a la rutina de las mujeres, se convierte rápidamente en el centro de la película, mientras la directora demuestra un gran ojo para los detalles. Sus meticulosos primeros planos de lo aparentemente mundano exponen la silenciosa poesía del día a día, y aunque el ritmo lento de la cinta pueda resultar algo desafiante para algunos espectadores, su aguda conciencia social recompensará ciertamente a los suficientemente pacientes como para esperar hasta el giro final, presentado con gran delicadeza.

Una coproducción entre Uzbekistán, Tajikistán, los Países Bajos, Alemania y Francia, la película se estrena mundialmente en la sección Forum de la Berlinale.

(Traducción del inglés)