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KARLOVY VARY 2014 Competición

Paris of the North: poderosas interpretaciones y humor ácido

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- Paris of the North es una comedia melancólica islandesa a cargo del director de Either Way que acaba de estrenarse en la competición oficial del festival de Karlovy Vary

Paris of the North: poderosas interpretaciones y humor ácido

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(que ganó notoriedad tras la aparición de su remake americano: Prince Avalanche), el segundo largometraje del director islandés Hafsteinn Gunnar Sigurðsson, Paris of the North [+lee también:
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, vuelve a lidiar con las ideas del aislamiento y el infierno que acecha en las relaciones de amistad y amor que uno mantiene con la gente.

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Hugi trabaja como profesor en un pequeño pueblo de la Islandia profunda, donde se ve enfrentado a una ruptura y a los subsiguientes problemas con el alcohol. El padre de Hugi, Veigar, es un hedonista quejumbroso que decide un día venir a visitarlo, trayendo consigo el caos en la vida de su hijo. Veigar empieza, además, una relación con una mujer con la que Hugi ya ha tenido un romance, por lo que las cosas van poco a poco saliéndose de madre y padre e hijo acabarán enfrentándose entre sí. Sin embargo, un incidente redefinirá su relación (a la vez que provocará que los espectadores no vuelvan a ver nunca una cinta elástica de la misma forma).

Esta es, ante todo, una obra que se asienta en el drama de una relación íntima con la majestuosidad y la inmensidad de las montañas y los campos de Islandia como trasfondo. El humor es seco y punzante; el guion de Huldar Breiðfjörð presenta algunos momentos absurdos que funcionan a la perfección. Las interpretaciones son poderosas; es buena la química entre padre e hijo, entre Helgi Björnsson y Björn Thors, que dan con un buen balance entre bravuconería, brusquedad y fragilidad interna. Buena parte del éxito del largometraje se debe también a la capacidad que tiene Sigurðsson de mantener el equilibrio entre los momentos de contención y los estallidos de energía (como la escena en la que Hugi descarrila). Mención aparte merece la fantástica banda sonora, a cargo del artista islandés Prins Póló.

Dada la relativa notoriedad de Sigurðsson, los distribuidores independientes bien podrían apostar por esta cinta, sobre todo si esperan que habrá un remake en Estados Unidos. En cualquier caso, es de esperar que la película disfrute de un largo recorrido en festivales.

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(Traducción del inglés)

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