14/10/2014 - La ópera prima de André Cruz Shiraiwa, rodada en catalán y protagonizada por Ariadna Gil, es una fábula orwelliana muy crítica con el estado de deshumanización al que parece abocado el género humano

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entrevista: André Cruz Shiraiwa
ficha de la película], primer largometraje de André Cruz Shiraiwa, compitió dentro de la Sección Oficial del 47 Festival Internacional de Sitges. El film, con un reparto encabezado por Ariadna Gil, Mireia Ross y Llorenç González, se inscribe dentro del género distópico y está íntegramente hablada en catalán. Cruz Shiraiwa, de origen japonés y brasileño, ha desarrollado toda su carrera en Barcelona. En la Ciudad Condal estudió cine y forjó un currículum en el audiovisual con la realización de dos cortometrajes (Killer berberechos y Más triste es robar, versión zaping), varios videoclips y spots. En Sitges ha visto su sueño fílmico proyectado en la gran pantalla del Auditori tras cinco años de laboriosa y difícil gestación, a pesar de haber contado con ayudas a la escritura del ICAA y CDA, al desarrollo de los programas MEDIA e IBERMEDIA, a la producción de la Generalitat de Cataluña y haber entrado TV3 como coproductora.

A partir de una idea original de la italiana Aurora Sulli, hasta ahora montadora pero dispuesta a seguir su carrera como guionista, a Cruz le apeteció hacer una crítica cruda, pero no aburrida, de la frivolidad fragante del mundo actual. Sulli, que conoció de cerca testimonios de la vecina guerra de Yugoslavia y se declara fan de la brutal trilogía bélica de Agota Kristof (cuyo primer volumen, El gran cuaderno [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Janos Szász
ficha de la película], fue adaptado al cine por Janos Szász), quiso plasmar todo ello en un guión -coescrito con Cruz- que empezaba al estilo de El tiempo del lobo de Haneke y terminaba con un universo orwelliano donde los programas de telerrealidad traspasan límites éticos insospechados.

Así, el film comienza con Hannah, una madre (Ariadna Gil) que, al estilo de Sophia Loren en Dos mujeres, deambula con su hijo por un paisaje bélico, entre tanques y helicópteros, donde hay que prostituirse por conseguir algo tan básico como una botella de agua. En esa odisea se toparán con una adolescente sin familia que se unirá a ellos y juntos acabarán formando grupo en un campo de refugiados donde, para obtener visados, tendrán que someterse a pruebas en las que venderán algo más preciado que su propio cuerpo: los secretos más oscuros de su intimidad.

La película tiene pues, dos partes bien diferenciadas. Si la primera es un viaje, una búsqueda desesperada y una lucha descarnada por la supervivencia, la segunda transcurre entre las alambradas de ese campo de refugiados que parece casi de exterminio nazi, pues allí todo se mueve por la rabiosa rivalidad entre sus habitantes. Cruz ha reconocido que ha cambiado en montaje la historia original y que ha sacrificado minutos de aquella primera mitad que explicarían mejor la actitud de los personajes y por qué acaban haciendo barbaridades dignas de alimañas. A pesar de ello, el film se erige como una crítica sin miedo contra la explotación de la mujer, la violencia y la sumisión del género humano a un sistema que lo tiraniza sin piedad. Producida por Cine de Garage, L'altra frontera busca distribuidor en España.