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SEVILLA 2014

Fort Buchanan: el club de las esposas ociosas

por 

- El artista visual Benjamin Crotty se pasa al largo para retratar una comunidad donde viven las parejas de unos militares destinados en el frente

Fort Buchanan: el club de las esposas ociosas

Benjamin Crotty, nacido en 1979 en Estados Unidos, pero formado y afincado en Francia, debuta como director de largo alcance con este Fort Buchanan [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
que, tras ser seleccionado por Locarno, forma parte ahora de la sección Las nuevas olas del 11º Festival de Cine Europeo de Sevilla. Hasta la ciudad andaluza se ha desplazado el cineasta junto a su productora Judith Lou Lévy para presentar una cinta franco-tunecina que indaga en los comportamientos de una comunidad particularmente ociosa, dada a disfrutar de las tardes en el campo, a hacer ejercicio y a charlar largo y tendido sobre su situación de perpetua añoranza de los maridos, unos soldados destinados en el frente.

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Nunca habíamos visto en el cine un lugar tan peculiar desde un prisma no menos especial. Podemos recordar De aquí a la eternidad o incluso Reflejos en un ojo dorado, donde las mujeres de los oficiales buscaban -con más o menos elegancia- consuelo entre la aguerrida tropa. Crotty no se toma tan en serio los conflictos de sus personajes y prefiere que la sonrisa ilumine nuestro rostro mientras nos contagia del dolce far niente que reina en las coloristas escenas del film, retratadas con una fotografía de grano grueso por Michaël Capron.

En ellas vemos cómo a Roger (el galán Andy Gillet) lo tiene dominado su rebelde hija adoptada, aquejada de adolescencia en grado severo, mientras su marido, Frank (David Baiot) está en el frente. Estamos en un tiempo donde las parejas homo y heterosexuales conviven en tolerante armonía dentro de una institución tradicionalmente rancia y cerrada como el ejército. Por eso Roger, portando toallas sobre su cabeza al más puro estilo de los turbantes de Lana Turner, es como una esposa más, de animada y pícara charla en una especie de club social donde el obligado ayuno sexual empuja a más de una a buscar consuelo entre sus compañer@s, como sucede con tres guapas y jóvenes amas de casa, dispuestas a seducir al entrenador personal del grupo o a la mismísima hija de Roger. Mientras, una señora madura será la gran matriarca que, con sus sabios consejos, pondrá algo de experiencia entre tanta charla inoculada de déficit de afecto y exceso de nostalgia del macho.

Dividida en las cuatro estaciones del año, esta tragicomedia emplea el estilo visual de la nouvelle vague pero con diálogos propios de una teleserie americana: por eso, algunos planos se quedan congelados, como en una película francesa de los setenta. Rodada en 16 mm., durante 15 días de dos años consecutivos entre el desierto de Túnez y los bosques de la región gala de Alsace-Lorriaine, en decorados del diseñador francés Matali Crasset, la atmósfera lúdica del film edifica un mundo pop con cierta reminiscencia rohmeriana que convierte a este Fort Buchanan en una película hedonista, de una plasticidad sexy y moderna, atrevida y decididamente rompedora. La ha producido Les films du bal en asociación con Le vent des forêts, Godolphin Films y My New Picture.

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