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BERLINALE 2015 Forum

Until I Lose My Breath: un debut cinematográfico contundente

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- BERLÍN 2015: A pesar de resultar familiar, la película de Emine Emel Balcı presenta un talento turco muy prometedor

Until I Lose My Breath: un debut cinematográfico contundente

Quizás la joven directora turca Emine Emel Balcı sea una admiradora de los Dardenne, pero su primera obra, Until I Lose My Breath [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
(proyectada en el Forum de la Berlinale), tiene mucho que ofrecer, empezando por una historia que se revela lentamente, un impresionante trabajo de cámara y la excelente actuación de la actriz Esme Madra. La producción turco-alemana ambientada en Estambul, Until I Lose My Breath, podría ser seleccionada en varios festivales europeos este año ya que revela un claro y prometedor talento venido de Turquía tanto en la dirección como en los actores.

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Madra es Serap, una mujer muy joven, casi adolescente, que trabaja en una fábrica clandestina en Estambul. La cámara la sigue en todo momento y pronto nos damos cuenta de que su vida cotidiana tiene un objetivo que roza la obsesión. Serap vive con su hermana y el marido de esta, que le registra el bolso, la ropa y la habitación para asegurarse de que no les está escondiendo dinero. Esta secuencia retrata instantáneamente el entorno, el propósito y las expectativas de la protagonista: Serap tiene que dejar este lugar dañino.

Emine Emel Balcı hace un buen uso del tiempo para revelar la situación de Serap. Por un lado está su padre (Rıza Akın), un camionero que siempre dice que su próximo trabajo será el último, luego está su amiga y compañera de trabajo Dilber (Gizem Denizci), que acoge a Serap en su casa cuando las cosas se ponen demasiado feas en el piso de su hermana, y también está Yusuf (Uğur Uzunel), un repartidor de la fábrica de Serap joven y atractivo, al parecer la única persona capaz de dibujar una sonrisa en su cara pálida, arisca y concentrada.

Pronto se da cuenta de que compartir un piso con su padre es, o así lo cree ella, su única oportunidad de llevar una vida normal. Serap ahorra dinero desesperadamente, escondiendo los billetes en un lugar oscuro del trabajo y siempre le está dando la lata a su padre para que deje su trabajo de conductor y busque otro empleo más estable y seguro. Intenta compensar su nacimiento en una familia tan desestructurada haciendo más segura la existencia de su padre u ocupándose de una nueva compañera de la fábrica.

Lo que desconcierta de Until I Lose My Breath es que Emine Emel Balcı, que también es la autora del guión, no haga nada para convertir a Serap en un personaje agradable. Lo que pretende demostrar es que un ambiente duro y estricto solo puede engendrar criaturas tristes sin ninguna oportunidad de integrarse en una sociedad normal. Serap apunta con el dedo a toda una generación recriminándoles no ocuparse adecuadamente de sus hijos, dejando que se conviertan en individuos dispuestos a todo por alcanzar esa imagen deforme que tienen de la vida de familia.

Esme Madra merece ser reconocida por su gran actuación. Se trata de su debut como protagonista y todo está contado desde su punto de vista. La cámara temblorosa de Murat Tunçel la sigue por la periferia de un Estambul desolado, el Estambul de los pobres, que dista mucho de la metrópolis exótica y transcontinental admirada cada año por millones de turistas. Es un Estambul del trabajo duro, del engaño y de las decepciones, y en la vida de Serap todo esto se entreteje en una fábrica asfixiante.

Until I Lose My Breath está producida por Prolog Film (Turquía) y Unafilm (Alemania).

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(Traducción del inglés)

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