29/04/2015 - Savina Dellicour lidia con la adolescencia y con la búsqueda de los propios orígenes y la propia identidad en su primer largometraje

Esta semana llega a los cines belgas Tous les chats sont gris [+lee también:
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ficha de la película], de Savina Dellicour. El azar del calendario ha querido que la película se estrene justo una semana después de L’Année Prochaine [+lee también:
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ficha de la película], de Vania Leturcq: otro primer largometraje a cargo de otra joven directora belga que aborda los tormentos de la adolescencia y los problemas a la hora de descubrir la propia identidad y labrarse un lugar en el mundo.

A sus 40 y tantos años de edad, Paul regresa a Bruselas tras muchos años de exilio. A él le encantaría retomar las cosas justo en el estado en que las dejó, o mejor aún, y repararlas. Para empezar, querría retomar el contacto con su hija biológica, Dorothy, que jamás reconoció y que crió otra persona. Dorothy está a punto de cumplir los 16 y vive metida en la buena sociedad bruselense, donde siempre se ha visto a Paul por encima del hombro. De hecho, la relación tan breve como accidentada que mantuvo con Christine nunca la aceptaron, ni ella misma ni su entorno. Detective privado en lo civil, pone sus competencias al servicio de su misión y se dedica a observar de lejos a Dorothy. Evidentemente, su vigilancia pronto se destapa y la joven, que busca por su cuenta a ese padre biológico del que nada sabe, se le acerca y acaba por pedirle ayuda para dar con su paradero…

A Paul lo interpreta Bouli Lanners, que le da toda su bonhomía y su melancolía. Pronto lo veremos de nuevo en otras dos producciones belgas: Je suis mort mais j’ai des amis [+lee también:
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entrevista: Guillaume y Stéphane Malan…
ficha de la película], de los hermanos Malandrin, que se estrena el 27 de junio, y en su propia película Les Premiers les Derniers, cuyo rodaje acaba de concluir. Frente a él, la debutante Manon Capelle (respaldada por Aisleen Mclafferty, que encarna a su mejor amiga, Claire, en la película) aporta el frescor conveniente al papel. A Christine da vida Anne Coesens, que interpreta a una madre desorientada, poco alejada del papel que encarna justamente en L’Année Prochaine.

La cinta es una producción de Tarantula, que confirma así su atención a los primeros largometrajes belgas después de hacer lo propio con Mobile Home [+lee también:
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ficha de la película] (François Pirot), A Pelada [+lee también:
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ficha de la película] (Damien Chemin) y pronto con Baden, Baden, de Rachel Lang. Coproducen CCA y Wallimage. Tous les chats sont gris se distribuye en Bélgica de la mano de O’Brother y tiene como agente de ventas internacionales a la nueva empresa bruselense Be for Films.

(Traducción del francés)