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CANNES 2015 Semana de la Crítica

Les Anarchistes: un infiltrado en el siglo XIX

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- CANNES 2015: Élie Wajeman ha inaugurado la Semana con un segundo largometraje histórico muy actual en el que el joven idealismo desencantado intenta responder con la revuelta política

Les Anarchistes: un infiltrado en el siglo XIX
Tahar Rahim, Adèle Exachopoulos, Guillaume Gouix y Swann Arlaud en Les Anarchistes

La Croisette y los espectadores del mundo entero descubrieron a Tahar Rahim en un magnífico papel de infiltrado, hace seis años, en la excelente Un profeta [+lee también:
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. El actor se ha colado así naturalmente en el papel principal del segundo largometraje de Élie Wajeman, Les Anarchistes [+lee también:
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, la película de apertura de la 54ª Semana de la Crítica del Festival de Cannes, que narra cómo Jean Albertini, un policía anodino a más no poder, poco hablador, bastante solo y amante de los libros (privado de padre, dice haberlo aprendido todo de Victor Hugo), recibe el encargo de espiar a un grupo de jóvenes anarquistas haciéndose pasar por uno de ellos. Estamos en 1899, tras el voto de las Lois scélérates (leyes villanas) de la IIIª República de los "asuntos" que reprimían los atentados anarquistas en vísperas de un siglo XX que verá nacer el partido socialista de Jaurès pero también la Banda de Bonnot. La banda a la que se une Jean está compuesta por el lider idealista Élisée (Swann Arlaud), Eugène el huraño (Guillaume Gouix), Biscuit, el chico del pueblo de corazón tierno (Karim Leklou), Marie-Louise la burguesa, que acoge la banda en el apartamento lujoso de su familia (Sarah Le Picard) – ¿porque, acaso son los revolucionarios más feroces otra cosa que burgueses con educación? – y por último Judith, una chica dulce y decidida que sueña con ser maestra (Adèle Exarchopoulos).

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La posición de infiltrado del personaje de Rahim era el punto de partida de Wajeman, cuya primera referencia para este papel ha sido Donnie Brasco, lo cual podría sorprender si tenemos en cuenta el periodo descrito, pero su modernidad constituye la fuerza del filme. Tal como señala Charles Tesson a propósito de este título que es uno de los únicos segundos largometrajes de su última selección, no resulta fácil volver tras una primera obra tan aclamada como lo ha sido Alyah [+lee también:
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(seleccionado en la Quincena de los Realizadores en 2012), menos aún con una película histórica, pero para el delegado general de la Semana, la apuesta está ganada porque la cinta se hace eco de una desilusión muy actual (reforzada por el empleo recurrente de un vocabulario más propio de nuestra época).

La voluntad del realizador era, a todas luces, la de traducir un ambiente que no difiere tanto del mayo de 68 o del principio de los años ochenta de los Baader y otros justicieros-atracadores. Sus elecciones musicales lo confirman, ya que a las imágenes sombrías y azuladas de la cinta (en oposición a los tonos vivos de algunas películas de época, a pesar de que el final del siglo XIX no fuera precisamente un periodo colorido) se superponen a menudo melodías que recuerdan el tiempo de los hippies, a quienes recuerdan estos jóvenes huérfanos que viven en "comunas" como dignos herederos de Proudhon y de Fourier y con unas costumbres muy libres. 

Wajeman tiene sin lugar a dudas un talento especial para hacer dialogar los géneros cinematográficos y las épocas pero también las filmografías (la suya, la de Rahim y la de Adèle). Entre nuestros jóvenes anarquistas, sin embargo, no faltan los desacuerdos y las contradicciones, aunque les mueva (esto incluye a Jean el policía encubierto) un mismo desprecio por esos "cerdos" burgueses y por la idea de que es el amor y no el odio lo que los guía. Judith hacia el final de la película hace ver a Jean que son nos "perdedores", o en todo caso están perdidos, cada uno animado por razones personales diferentes. Esto explica que la película, a pesar del furor del título, tenga un aspecto bastante apagado, más allá de los tonos sombríos carentes de amarillo o de rojo, color de la chispa de una bomba qe no explotará. Sorprendentemente, en muchos sentidos, Les Anarchistes es una obra muy contenida.

Producido por 24 Mai Production y coproducido por France 2 Cinéma y Mars FilmsLes Anarchistes será distribuido en Francia por Mars Distribution. Wild Bunch se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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