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LOCARNO 2015 Fuera de competición

Le bois dont les rêves sont faits: retrato de una sociedad utópica inmersa en la naturaleza

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- LOCARNO 2015: Claire Simon filma con sensibilidad y coraje a los “habitantes” del Bois de Vincennes en este conmovedor documental

Le bois dont les rêves sont faits: retrato de una sociedad utópica inmersa en la naturaleza

Le bois dont les rêves sont faits [+lee también:
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ficha de la película
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, documental dirigido por la francesa nacida en Londres Claire Simon y presentada fuera de concurso en la 68ª edición del festival de cine de Locarno, nos lleva de la mano hasta un universo un tanto paradisíaco donde cada ser humano tiene el derecho de expresar su verdadera naturaleza. Heterosexuales, homosexuales, mirones y prostitutas conviven con ricos, sin techo, extranjeros y franceses en busca de una libertad utópica, lejos (aunque increíblemente cerca) del frenesí de la ciudad, encarnación de la esquizofrenia contemporánea. 

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Claire Simon filma con sensibilidad y coraje a los “habitantes” del Bois de Vincennes: madres de familia, jóvenes pescadores, paseadores de perros o refugiados camboyanos. La lista es larga, tal vez infinita, pero la motivación que los ha traído a este bosque suele ser la misma: hallar refugio y consuelo en un mundo que se ha vuelto demasiado frenético. En este lugar “suspendido”, cada cual puede construir su propia utopía, resguardado del juicio de una sociedad que demasiado a menudo exige la perfección.

Le bois dont les rêves sont faitstraza un increíble retrato de la sociedad moderna: variada, sorprendente, en ocasiones obscena en su diversidad pero siempre extremadamente humana. En la aparente calma entre este bosque parisino, los personajes que pueblan el documental de Claire Simon forman una especie de microsociedad arcaica en la que se sienten libres y liberados, dispuestos a compartir con la directora su mundo interior. La vida cotidiana, a menudo complicada, que deben afrontar se impregna con una suerte de gracia, como si la naturaleza se deshiciera de la adversidad. Desde este punto de vista, el Bois de Vincennes es un reflejo del paraíso sobre la tierra, que cambia de color con las estaciones y está siempre listo para acoger santos y, sobre todo, pecadores. Fuera del tumulto de París, ciudad de sofocantes tentáculos, este oasis de paz se transforma en un paréntesis encantado a disposición de todos. Al contrario que la ciudad, prisión compartimentada cuyas puertas abren únicamente a una élite, el bosque no conoce fronteras. Todos tienen derecho de vivirla, de amarla, a su manera: la naturaleza se transforma y evoluciona al ritmo de una humanidad variada que la hace suya. La cámara de la directora francesa interroga a sus personajes con respeto y sensibilidad, mostrando en la pantalla una realidad que a menudo vemos sin observarla verdaderamente. Lo que la directora nos muestra es una realidad que casi siempre se nos escapa a nosotros, ocupados como estamos en mantenernos a flote. Una realidad fundamental que enriquece nuestro día a día, que también con frecuencia ignoramos. La voz de Claire Simon, habitada por una gracia y una ligereza raras, transforma el bosque de Vincennes en un lugar onírico de sabor melancólico. Un documental a la vez profundo y contenedor de una ligereza liberadora.

Le bois dont les rêves sont faits es una coproducción franco-suiza. Be for Films es su agente de ventas internacionales.

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(Traducción del italiano)

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