02/09/2015 - VENECIA 2015: La película de apertura de la Mostra se rodó en la región alpina de Alto Adige con el apoyo de la BLS Film Fund & Commission

La película de apertura del festival internacional de cine de Venecia, Everest [+lee también:
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tráiler
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ficha de la película], está dirigida por Baltasar Kormákur, producida por Working Title Films y Cross Creek Pictures y rodada en el glacial del valle Senales, en la región italiana de Alto Adige, con 700.000 euros de apoyo a la producción otorgados por la BLS Film Fund & Commission. 

El respaldo de la BLS se extendió en forma de asistencia al equipo de rodaje en la región alpina, concretamente en este glacial situado a 3.000 metros de altura. La localización fue elegida para la filmación de varias escenas ambientadas en el Everest. 

El equipo de trabajo en Alto Adige estaba compuesto por unas 180 personas provenientes de todo el mundo: estadounidenses, ingleses, australianos, alemanes, italianos, islandeses... Formaban parte de este equipo internacional también unos 60 profesionales locales, involucrados en todos los apartados técnicos. 

Si bien un lugar de alta montaña ofrece sin duda imágenes y atmósferas que quitan la respiración, para rodar a esas alturas se necesita una tecnología perfectamente adaptada, pues allí arriba todo es más complicado, especialmente en invierno. Por ello, en el plató de Everest ha resultado fundamental la participación de expertos oriundos de las localidades vecinas para administrar con buen juicio las condiciones extremas en las cimas nevadas. Varios guías alpinos, por ejemplo, garantizaron al equipo su seguridad en el set, requisito que en alta montaña resulta prioritario porque con el mal tiempo las localizaciones pueden resultar difícilmente accesibles para los equipos de socorro y rescate.  

Trabajar a estas altitudes supuso, naturalmente, un gran reto para todos, incluido el reparto. Las temperaturas bajaron hasta los -30°C. Con ese frío, al que las estrellas de Hollywood no están acostumbradas a la hora de trabajar, el equipo técnico y la ropa deben ser las correctas para garantizar seguridad y temperaturas cálidas en los momentos de pausa. 

El cátering del altoatesino Paul Grüner sirvió a 3.200 metros de altura hasta 400 cubiertos al día y platos cocinados en el valle y en los puntos de apoyo cercanos al plató y transportados posteriormente sobre la nieve. La gastronomía elegida consistió en alimentos que podían permanecer calientes lo más posible sin pasarse.

(Traducción del italiano)