16/10/2015 - Proyectado en el CinÉast de Luxemburgo, el segundo largo de Omerzu es formalmente audaz

El director Olmo Omerzu dio de qué hablar cuando su primera película, A Night Too Young [+lee también:
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entrevista: Jiří Konečný
ficha de la película] (de 65 minutos), fue elegida para el Foro de la Berlinale en 2012. Este cineasta nacido en Eslovenia y educado en FAMU demostró un potencial enorme con la historia de dos chicos que, rodeados de adultos frívolos, deben enfrentarse a su adolescencia demasiado pronto. El talento y potencial de Omerzu han cristalizado en su muy esperada segunda película, Family Film [+lee también:
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entrevista: Olmo Omerzu
ficha de la película], en la cual han colaborado cinco países —al igual que en la anterior cinta—. Omerzu cumple con las expectativas; con este film, ha puesto el cine checo en el mapa. Tras estrenarse mundialmente en San Sebastián, la película ha sido de momento incluída en la programación de los festivales de Cottbus y Tokio, y se está proyectando actualmente en el CinÉast de Luxemburgo.

El título del film indica simultáneamente su género, su ámbito y su temática. Family Film es la historia de una familia checa de un estatus social por encima de la media; su apartamento de Praga, espacioso pero amueblado de manera práctica, sirve como escenario para la mayor parte de la acción. La preponderancia de este espacio sobre los otros es muestra de que Omerzu confía en su habilidad como director, así como en la habilidad de los actores para dar vida al guión. El cineasta no se ha equivocado en ninguno de los dos casos. 

El padre y la madre dejan a sus hijos, un alumno de instituto y una estudiante universitaria, solos en casa para embarcarse en unas vacaciones exóticas antes de Navidad. De vez en cuando, les echan un ojo a sus hijos con una videollamada, y todo parece ir bien hasta que el hijo se ausencia repetidas veces del colegio, desatando una leve crisis familiar. Antes de que el espectador pueda entender lo que está pasando, la situación se hace aún más problemática cuando los hijos pierden el contacto con los padres. Un miembro de la familia aparecerá entonces para hacerse cargo de ambos problemas. 

Conforme el film avanza, la crisis familiar se complica hasta hacerse realmente seria. Sin embargo, gracias a la discreción con la que se desarrolla la trama, la película nunca incurre en el melodrama, a pesar de que se presenten numerosas oportunidades. Desde la primera toma, se adopta una perspectiva fría y distanciada para observar los momentos tensos, haciendo un estudio de las dinámicas de grupo que recuerda al debut del director. Este distanciamiento, aunque imponga un ritmo ligeramente diferente, no impide que se cuente una historia conmovedora.

La inventiva con la que Omerzu y el coguionista Nebojša Pop-Tasić han planteado este relato familiar y su forma es otra de las claves del éxito de la película. Ciertamente, el cineasta tienta los límites cuando la historia abandona los acontecimientos del apartamento para centrarse en el perro de la familia, Ottik, y su particular robinsonada. El film adquiere un tono plenamente documental mientras seguimos al animal a través de un interludio survivalista de ritmo dramático, parábola secundaria que potencia la estructura asimétrica del argumento. 

Los saltos estructurales no sabotean el producto final. Al contrario, estos desequilibrios deliberados apuntalan, de un lado, la fuerza de un trabajo formalmente audaz, y del otro, la reputación de Omerzu como un cineasta que ha llegado a la madurez.

El proyecto ha sido producido por Endorfilm (República Checa) y coproducido por 42Film (Alemania), Arsmedia (Eslovenia), Rouge International (Francia), Punkchart Films (Eslovaquia) and Czech Television (República Checa), con el respaldo de Eurimages. El film también ha recibido el apoyo del Czech State Cinematography Fund, el Slovak Audiovisual Fund, el Slovenian Film Center, MDM Mitteldeutsche Medienförderung y el MEDIA Programme. Cercamon se encarga de las ventas en el extranjero.

(Traducción del inglés)