10/12/2015 - El film de Bobby Păunescu se proyectó en Sundance antes de su estreno en Rumanía en diciembre

Proyectada en Sundance como parte de la sección Eventos especiales, Pioneers’ Palace, segundo largometraje de Bobby Păunescu, podrá verse en los cines rumanos a partir de diciembre. La cinta continúa una tendencia que comenzó con Love Building [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Iulia Rugina
ficha de la película], una comedia romántica de Iulia Rugină en la que la mayor parte del reparto son graduados de una escuela de interpretación; en este caso, Păunescu ha elegido a sus actores entre los estudiantes de su escuela, la MM Film Academy. Estas dos películas comparten las ventajas y desventajas de tal planteamiento: exhiben un plantel de caras nuevas e interesantes, pero también los fallos inherentes a un guión con demasiados personajes y demasiadas tramas secundarias.

El film está ambientado a principios de los 90. La sociedad rumana está pasando por una especie de reinicio tras la revolución del 89, pero todo parece estar cambiando demasiado rápido. Es un tiempo de grandes oportunidades, y Veronel (Toto Dumitrescu) y Mihnea (Costin Cambir), dos estudiantes de instituto, están dispuestos a aprovechar la coyuntura: a raíz de unas protestas estudiantiles, consiguen que el director del colegio les proporcione un espacio y fondos para abrir un club en el recinto escolar. El local tiene éxito; Veronel, Mihnea y sus amigos pronto se dan cuenta de que tan próspero negocio necesita protección: entonces aparece Ion (Mihai Dorobanţu), un gángster/conseguidor. Con su mediación, los dos jóvenes son agasajados con su primer encuentro sexual en el burdel de Madam Geta. Esta aventura se convertirá en el hilo conductor de la historia: cuando un compañero celoso les dice que ahora tienen sida, Veronel y Mihnea deberán descubrir si están destinados a morir entre terribles dolores. 

El propio Păunescu ha escrito el guión, dejando espacio suficiente para que los actores demuestren su talento para la improvisación. Hay mucha energía en la película, y casi todos los actores tienen la capacidad de labrarse un futuro interesante en el cine rumano —aunque ya hay demasiados actores para las apenas 20 películas que se producen cada año—. El director se ha servido tanto de graduados de su escuela de interpretación como de actores profesionales: Doru Ana, por ejemplo, interpreta a un entrenador de natación que necesita un poco de persuasión por parte de la madre de Veronel (Ioana Pavelescu) para decidir si el joven participa o no en una competición nacional. 

Debido a la abundancia de personajes, la historia prefiere quedarse en lo anecdótico: después de todo, los protagonistas son dos jóvenes que están convencidos de que no tardarán en morir de sida tras tener sexo protegido con dos prostitutas. Un contrabandista de granadas, un inversor australiano que hace esperar a su prometida en la sala de estar de Madam Geta mientras yace con una de las chicas en la habitación de al lado, una caterva insólita de gángsters y ladrones de poca monta: todos estos personajes dan la impresión de que el guión está basado, más que nada, en las chocantes leyendas urbanas y rumores que los rumanos se contaban, hace ya más de dos décadas, mientras tomaban el café.

Entre toda esta plétora de personajes, hay uno que es el más memorable: Ion, el conseguidor que conoce todos los aspectos sórdidos del submundo de Bucarest. Tras interpretar a un usurero en el primer largometraje de Păunescu, Francesca [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], Dorobanţu (que también es el director artístico del film) domina las escenas en las que aparece, brillando con una excelente mezcla de humor, ignorancia y ferocidad. 

Rodada el año pasado en siete días, durante el mes de mayo, Pioneer's Palace ha sido producida por Mandragora Movies y Solar Indie Junction. Mandrake Productions se encarga de la distribución.

(Traducción del inglés)