Finlandia celebrará el centenario de su independencia con The Eternal Road
- Antti-Jussi Annila rueda estos días en Tallín su tercer largometraje: un drama histórico que se estrenará como parte de los festejos del aniversario del país
El pasado lunes, 20 de junio, el guionista y director Antti-Jussi Annila empezó el rodaje de su tercer largometraje: The Eternal Road [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Antti-Jussi Annila
ficha de la película]. Este drama histórico, basado en acontecimientos reales y adaptado a partir de la novela homónima que en 2011 publicó Antti Tuuri, se estrenará el 22 de septiembre de 2017 como parte del centenario de la independencia de Finlandia de Rusia, acontecida en 1917. El 6 de diciembre de aquel año, Finlandia se declaró una república independiente, después de haber sido un Gran Ducado de Rusia desde 1809. Entre los festejos de este aniversario, aparece, en efecto, una programación de cine.
El reparto, repleto de estrellas nórdicas, aparece encabezado por la danesa Sidse Babett Knudsen y el finlandés Tommi Korpela, a quienes secundan Ville Virtanen, Jonna Järnefelt, Hannu-Pekka Björkman, Helen Söderqvist, Hendrik Toompere, Sampo Sarkola, Irina Björklund, Antti Virmavirta, Lembit Ulfsak, Emmi Parviainen y Eedit Patrakka.
The Eternal Road es una coproducción del finlandés Ilkka Matila, de MRP Matila Röhr Productions, el sueco Martin Person, de Person Anagram, y el estonio Kristian Taska, deTaska Film. Nordisk Film Finland la distribuirá en Finlandia.
“Ya era hora de que pudiéramos honrar la memoria de aquellos que siguieron su idealismo hasta un país extraño y murieron allí, traicionados y olvidados”, ha explicado Matila, autor de nada menos que 27 largometrajes finlandeses. “Las historias silenciadas constituyen una parte importante de la identidad de las naciones. Siempre llega un momento en que han de contarse porque ayuda a entendernos a nosotros mismos y nuestro futuro”.
La ruta eterna que da título a la obra fue la senda que los extremistas conservadores emplearon en 1930 para transportar a la fuerza a comunistas o gente que ellos creían que eran comunistas a través de la frontera soviética. Uno de ellos fue Jussi Ketola, que acababa de volver a Finlandia después de trabajar en América.
En un principio, los secuestradores tenían intención de fusilarlo pero escapó. Ya en la Unión Soviética, la policía le dio una nueva identidad, un trabajo como granjero y hasta una nueva esposa. Junto con inmigrantes americanos, participó en la construcción de un paraíso obrero en Karelia; sin embargo, con las purgas de Stalin, aquello se convirtió en un infierno. Ketola habría preferido que le metieran una bala en la cabeza en lugar de vivir aquello, pero no tenía permiso para morir.
(Traducción del inglés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.
