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VENECIA 2016 Orizzonti

Sol blanco, retrato de un Nepal que despierta entre los escombros de una guerra civil

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- VENECIA 2016: Tras una producción que ha agrupado a Nepal, Estados Unidos, Qatar y los Países Bajos, Deepak Rauniyar presenta un film que muestra y trasciende la extensa guerra civil

Sol blanco, retrato de un Nepal que despierta entre los escombros de una guerra civil

Después de su debut internacional con su primer título Highway, presentado en la sección Panorama del Festival de Berlín de 2012, film que posee un récord mundial por ser el primer producto nepalí para la gran pantalla en ser proyectado en un festival internacional de gran alcance, el director Deepak Rauniyar presenta en la sección Orizzonti del Festival internacional de cine de Venecia su segunda obra Sol blanco [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]

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Sol blanco relata la herencia de los enfrentamientos civiles consecuencia de la guerra fratricida nepalí que tuvo lugar del 1996 al 2006, con encuentros armados entre rebeldes maoístas del partido comunista que deseaban derrocar la monarquía dictatorial nepalí y las fuerzas gubernamentales en apoyo del rey.

Deepak Rauniyar propone un inicio metafórico: el padre de Chandra, un anciano monárquico fiel creyente del gobierno a cargo, fallece, razón por la cual el hijo regresa tras años de ausencia a su ciudad natal. El cuerpo sin vida del padre representa la vieja constitución, así como el régimen monárquico detrás de ella, que fallece para dar vida a un nuevo Nepal, aquel por el que Chandra, activo partidario del régimen maoísta, ha luchado fuertemente, como para ver el nacimiento de los acuerdos de paz firmados el 21 de noviembre del 2006. Nepal ha tenido que afrontar una larga y dolorosa guerra civil antes de superar las barreras por la imposición de castas, y del mismo modo, a los personajes se les requiere realizar un esfuerzo físico y deshacerse del cuerpo del difunto así como de los residuos de la monarquía.

Deepak Rauniyar confía la narración a los ojos inocentes y puros de dos pequeños niños, la nieta del anciano fallecido Pooja, y el joven sirviente sin padres y sin casa Badri. Con su forma de ser abierta al mundo, sin importar lo duro que sea este con ellos, los dos pequeños buscan consuelo y confort. Pooja intenta ponerle cara a un padre que nunca ha conocido y Badri busca integrarse en un mundo que lo ha dejado huérfano; ambos son víctimas ignorantes del drama de una guerra.

El director elige utilizar la cámara manual para acercarse lo más posible a sus personajes, y transmitir el pesado esfuerzo físico que ellos mismos realizan. A menudo evita no optar por la profundidad de campo, redireccionando la mirada del espectador hacia los cuerpos en los que se genera el fuego, Deepak Rauniyar es capaz de hacer percibir al espectador la humedad del lugar. Pero una posibilidad de reconciliación se abre al horizonte, mientras los adultos pelean, Pooja y Badri encuentran la fuerza para continuar el rito de sepultura del difunto, silenciando así las discusiones políticas a favor de una comunión entre las distintas generaciones. Entonces el cuerpo del padre de Chandra es liberado, la monarquía permanece como un recuerdo, y en Nepal ha florecido una nueva vida democrática.

La película, coproducida por la holandesa (Waterland Film) junto a Nepal, Estados Unidos y Qatar, tiene como encargada de las ventas al extranjero a The Match Factory.

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(Traducción del italiano)

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