29/01/2018 - El primer largometraje de Lorenz Suter, presentado en el Festival Cinematográfico de Soleura, en Italia, es una película voluntariamente independiente cuyo proceso de creación se aleja de la norma

El género negro, ya presente en su cortometraje The Man Who Did Not Want Anything (2009), vuelve aparecer en la filmografía del joven director suizo Lorenz Suter. Strangers [+lee también:
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entrevista: Lorenz Suter
ficha de la película], su primer largometraje que se estrena en el Jornadas de Soleura en la sección Panorama Suisse, se apodera de sus claves ocultas, revelando su verdadera esencia. Strangers es una película misteriosa dominada por una atmósfera melancólica y sensual.

Tamás, de 36 años de edad, nunca ha querido tener relación con el mundo y mucho menos con sus habitantes. La única excepción es Norika (Jeanne Devos), una misteriosa y escurridiza joven que aparece en su vida casi por casualidad. De repente, Norika desaparece, sin dejar rastro, como un fantasma o más bien como una ilusión. Su hermana Annika (Marina Guerrini) denuncia su desaparición y Tamás se convierte, casi instantáneamente, en el principal sospechoso. Annika declara que éste las acosaba a ambas, siguiéndolas y observándolas incesantemente. ¿Qué pasó realmente? ¿Alguien miente o acaso la realidad es múltiple y ambigua? Tamás no se rinde y mantiene su versión de la verdad, como si esta fuese su única razón para vivir. Empezó como un simple flirteo, pero la relación entre los tres evoluciona hasta convertirse en un triángulo amoroso con consecuencias inesperadas e incluso catastróficas.

Strangers es una declaración de amor al cine negro y al halo melancólico que envuelve a estos antihéroes, perdidos en un mundo al que no parecen querer pertenecer. Tamás, personaje a quien da vida magistralmente Nicolas Batthyany, forma parte de aquellos personajes misteriosos y elegantes condenados a la soledad. Su vida cotidiana se caracteriza por la rutina (comprar el periódico, tabaco, preparar café, etc.) que le encarcela, pero que al mismo tiempo le apacigua. Se muestra indiferente al mundo y prefiere aislarse en su apartamento situado en la vieja ciudad de Zúrich, un refugio donde el tiempo parece no avanzar. Norika y su hermana Annika son las únicas bienvenidas en su mundo de voluntaria soledad. La complicada relación que tejen a su alrededor como una telaraña no tarda en convertirse en una tragedia, una tragedia freudiana donde el subconsciente, los sueños y la violencia reprimida van de la mano. Poco importa la trama, lo que cuenta es la sensación de abandono que emana de las imágenes, compañera ponzoñosa de una realidad que muestra diferentes caras.

Strangers se impone como una película voluntariamente independiente que reivindica un proceso creativo alejado de la norma, espontáneo y abierto. El resultado es sorprendente, una especie de criatura híbrida que recuerda tanto a la elegancia cruel de las películas de Melville como a la fuerza apacible y misteriosa de los Alpes suizos.

Strangers ha sido producido y vendido internacionalmente por Langfilm y distribuido en Suiza por Filmcoopi.

(Traducción del italiano por Pedro Andueza González)