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SAN SEBASTIÁN 2018 Proyecciones especiales

Crítica: Red Joan

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- SAN SEBASTIÁN 2018: Ni siquiera Judi Dench es capaz de salvar esta deslucida adaptación de la novela de espías de Jennie Rooney, dirigida por Trevor Nunn

Crítica: Red Joan
Judi Dench en Red Joan

La adaptación que ha realizado Trevor Nunn de la novela de Jennie Rooney Red Joan [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
está ambientada en tres marcos temporales diferentes. Comienza en el año 2000, cuando Joan Stanley, interpretada por Judi Dench, es detenida y acusada de ser una espía rusa. El interrogatorio de Joan por la policía se intercala de flashbacks de la vida de la joven Joan (Sophie Cookson), en 1938, cuando era lectora de Física en Cambridge, y luego a la Segunda Guerra Mundial, cuando acepta un trabajo en un proyecto de inteligencia top secret que la llevará hasta Canadá. El interrogatorio es un torpe mecanismo de ambientación para una historia de espías que apelotona dos romances, una relación entre madre e hijo que se desmorona y los dilemas éticos de las cabezas nucleares. El film se presenta en la sección Proyecciones Especiales del Festival de San Sebastián, donde Judi Dench recibirá un Premio Donostia en reconocimiento a su contribución sobresaliente al mundo del cine.

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Stanley está basada libremente en la vida de la espía del KGB Melita Stedman Norwood, que proporcionó a Rusia secretos atómicos conseguidos en su cargo como secretaria de la Asociación Británica de Investigación de Metales No Ferrosos, en Londres. Lo genial de la historia de Norwood es que muestra que los espías no suelen saltar de helicópteros y acostarse con femmes fatales, sino que son ciudadanos corrientes que podrían vivir en la casa de al lado. Mientras que este aspecto cotidiano de la vida de Norwood se realza e investiga en el personaje que encarna Dench, la versión joven de Joan, que interpreta Cookson, es descubierta en Cambridge y luego seducida por su jefe, que trabaja en la bomba atómica. Sus relaciones amorosas con el simpatizante comunista Leo (Tom Hughes) y el sesudo Max (Stephen Campbell Moore) se hacen pesadas. Uno siente pena por Cookson, pues es duro tener que cargar con la responsabilidad de ser la joven Judi, y ningún intérprete tendría que verse obligado a trabajar con un guion tan poco logrado; su personaje se construye a través de las relaciones con estos hombres estereotípicos.

Solo cuando Nunn investiga cómo Joan racionaliza el lado ético de su traición nacional, el personaje adquiere una personalidad algo más profunda: las atrocidades cometidas por los estadounidenses al lanzar las bombas nucleares en Japón la dejan aterrorizada. También resultan intrigantes, aunque no se desarrollen lo suficiente, los intentos de Joan de calmar a su hijo adoptado Nick (Ben Miles) cuando este descubre que su madre no es la mujer anodina que él pensaba. No obstante, como la película no sabe qué historia quiere contar sobre Joan, prueba demasiadas cosas, y al final, lo que queda es bastante poco, más allá de los tropos de romance de espías.

Red Joan es una producción de Trademark Films en colaboración con Cambridge Picture Company. La cinta ha contado con el respaldo de Quickfire, Cofiloisirs y Twickenham Studios. Embankment Films se encarga de las ventas mundiales.

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(Traducción del inglés)

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