27/09/2018 - SAN SEBASTIÁN 2018: El segundo largo de León Siminiani empieza con él mismo como protagonista, para acabar delegando ese rol en el ladrón de bancos en quien indaga

León Siminiani llevó el género del diario cinematográfico a lo más alto del reconocimiento festivalero y crítico hace cinco años con su primer largometraje, Mapa [+lee también:
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ficha de la película]. Estos días presenta en la sección New Directors del 66º Festival Internacional de Cine de San Sebastián su segundo documental, Apuntes para una película de atracos [+lee también:
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entrevista: León Siminiani
ficha de la película] que, como aquélla, empieza con la primera persona –su propia voz en off y su entorno íntimo y vivencial- para, a lo largo del film, pasarle esa antorcha a su protagonista: Flako, apodado por la prensa “El Robin Hood de Vallecas”.

Todo parte, como señala el título, de la fascinación cinéfila de Siminiani por el subgénero de las películas cuyo argumento gira en torno al robo de un botín: Hollywood ha facturado un buen puñado de títulos de este tipo, pero la cinematografía europea –desde la italiana a la española– no se ha quedado a la zaga en la oferta. Así, Apuntes… se abre con unos títulos de crédito, en maravillosamente añejo blanco y negro, que reproducen aquellas cabeceras reconocibles del celuloide clásico. Ese mismo espíritu reivindicativo de ese tipo de films seguirá habitando –ayudado también por momentos animados y otros rescatados de archivos audiovisuales- un documental que, durante su gestación, a lo largo de cinco años, se ha desviado alegre y libremente por otros derroteros, alejándose –peligrosamente– de la idea original.

Primero, en su obsesión por documentarse para construir una película de atracos, Siminiani investigó al objeto de su curiosidad: ese hombre que logró, a través de las alcantarillas y el subsuelo laberíntico de Madrid, liderar con tesón una banda que terminó con éxito algunos golpes… hasta que la policía le hizo morder el polvo y acabó con sus huesos entre rejas. Pero eso no hace desfallecer al cineasta, que le visita en la cárcel y aprovecha sus permisos para echar la tarde juntos, platicando sobre lo que es, su origen y por dónde se edificará su futuro.

Pero Flako no puede dar la cara: su mujer –lógicamente- impide que así sea y él mismo teme que su hijo algún día le vea en pantalla y reproduzca, como él mismo ha hecho (heredadas de su padre), esas acciones delictivas que le han llevado a no poder venir a Donosti a presentar la película que protagoniza. Para continuar con el rodaje, Siminiani le regala una máscara, con la que aparece en la película, y le sigue filmando en su camino de reinserción social.

Todo este proceso de acercamiento y creciente amistad entre cineasta y personaje real está narrado con cierto humor, ironía y ternura. El espíritu de diario fílmico sigue estando presente en estos Apuntes… aunque tenga no una, sino dos voces en off. Y, como sucedía en la ópera prima de este director amante de los juegos, malabarismos y jeroglíficos narrativos, se confía demasiado en la vivencia propia, en la fascinación privada y en unos hechos que, a veces, pecan de anodinos y poco significativos, hasta el punto de que ese encantamiento que siente el director por su protagonista –además, con el rostro tapado dificultando la empatía y un discurso no siempre lo suficientemente atractivo- no llega a ser transmitida al espectador.

Apuntes para una película de atracos, con guion y dirección de Siminiani, es una producción de Avalon P.C., en asociación con Tusitala Producciones Cinematográficas y Pandora Cinema; su filial de distribución, Avalon DA, se encargará de estrenarla en salas españolas el 5 de diciembre del presente año.