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GIJÓN 2018

Crítica: Cantares de una revolución

por 

- El asturiano Ramón Lluís Bande homenajea la revuelta proletaria de 1934 a través de las canciones populares que la recuerdan, interpretadas principalmente por Nacho Vegas

Crítica: Cantares de una revolución
Nacho Vegas en Cantares de una revolución

El público local del 56º Festival Internacional de Cine de Gijón aplaudió ayer la premiere mundial, celebrada en el majestuoso teatro Jovellanos de la bella ciudad asturiana, de Cantares de una revolución [+lee también:
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, nuevo largometraje de profundo espíritu político y reivindicativo de Ramón Lluís Bande (El nome de los árboles [+lee también:
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). El cineasta, en la presentación del film, lo definió como un musical, pues se articula alrededor del legado sonoro popular surgido a partir de las revueltas obreras, acaecidas en Asturias en 1934, que defendían los valores republicanos frente al fascismo incipiente: aquella herencia es aquí reinterpretada por un coro y por el músico Nacho Vegas.

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Si en la mayoría de los musicales las canciones son acompañadas de coreografías que hacen más dinámico el espectáculo, en Canciones de una revolución apenas hay movimiento: la cámara recoge las intervenciones de los cantantes y oradores colocada estática frente a ellos, a veces incluso mirándoles desde atrás o de soslayo, al servicio absoluto de la música y sus letras (la mayoría de ellas en castellano, aunque alguna suene en dialecto asturiano), y de alguna arenga política. No es, por lo tanto, éste un film típico de su género, sino una película que -a través de músicas y letras- defiende los valore democráticos de la ideología socialista frente a los avances abusivos de la ultraderecha, algo que sucede actualmente de la misma manera que aconteció en los años previos a la Guerra Civil Española del siglo pasado.

Con la película fragmentada en segmentos, separados por carteles de fondo rojo con palabras impresas en negro que expresan citas de algunos protagonistas de la gesta revolucionaria, como Belarmino Tomás y Aída de la Fuente, Bande ha ubicado a los intérpretes actuales de aquellas canciones y a militantes sindicales veteranos de la región en muchos de los lugares donde tuvo lugar la mencionada revuelta y su posterior represión, como son la Universidad o la cárcel modelo de Oviedo. También, algunas fotografías (lógicamente, en blanco y negro) del hecho histórico, intercaladas en silencio entre las intervenciones musicales de Vegas y el coro, van ilustrando y a la vez transportando al espectador hasta aquel momento histórico que se homenajea. El sonido, grabado en directo, permite asimismo recuperar el alma de los escenarios de la lucha liderada por mineros, jóvenes y montañeses.

En conjunto, Cantares... se erige en un instrumento de memoria histórica necesario pero que, por su rigidez formal y arriesgado planteamiento narrativo, puede resultar monótono para el público que busque un espectáculo cinematográfico que vaya más allá de recoger en imágenes un legado musical y unos textos: éstos intentan contar la verdad desmontando las falsedades oficiales que desde el poder se han impuesto en muchos momentos de la Historia, no sólo de España, sino de otros muchos países.   

Cantares de una revolución es una película producida y distribuida por De la Piedra Producciones. Tras su paso por Gijón, se podrá ver en la octava edición del Festival Márgenes.

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