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TROMSØ 2019

Crítica: Where Man Returns

por 

- El director noruego Egil Håskjold Larsen vuelve a Finnmark, a la casa en la que se crió, para rodar el día a día de un anciano que lleva una vida solitaria en el Ártico junto a su perro

Crítica: Where Man Returns

El segundo film de Egil Håskjold Larsen, Where Man Returns [+lee también:
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, que inauguró el Festival Internacional de Cine de Tromsø, tiene lugar 69 grados al norte, en Noruega, a solo un kilómetro de la frontera con Rusia. Steinar, el septuagenario blanco que protagoniza la cinta, no podría ser más diferente de la niña siria de tres años, Lean, que nos conmovió viajando a través de Europa hasta Upsala, en Suecia, junto a su familia de refugiados en el multipremiado debut de Larsen, 69 Minutes of 86 Days [+lee también:
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(2017).

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En los extraordinarios planos iniciales, vemos cómo la neblina se disuelve en el paisaje, y descubrimos al protagonista, que ha elegido vivir en una cabaña junto al agua con su mejor amigo —su perro Tussi, por lo que esta película es imprescindible para los cinéfilos amantes de los canes—. Steinar pasa los días cazando peces, pájaros y animales para alimentarse. Es una vida solitaria, y al principio no sabemos nada de este hombre. Pero poco a poco, descubrimos que el anciano no ha rechazado del todo la vida moderna: tiene un arma de fuego, escucha el fútbol y los partes del tiempo en la radio, y tiene un teléfono móvil que no suele tener encendido, pero que nos sirve para saber que Steinar ha vuelto a ser abuelo y que no está distanciado de su familia, aunque tampoco vienen a visitarle.

Larsen deja que el público reúna pedazos de información mientras observa a este hombre en su cotidianeidad, escuchando sus divagaciones. Steinar parece hablar solo en varias ocasiones, pero esto se debe principalmente a que la hermosa fotografía casi consigue que nos olvidemos de que Larsen está ahí rodando y que este anciano, mientras las cámaras filman, no está solo. 

Larsen ha trabajado en el pasado con Victor Kossakovsky (Demonstration y Aquarela [+lee también:
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), y comparte con el cineasta ruso el deseo de dejar que las imágenes, antes que el diálogo, transmitan al espectador lo que está sucediendo. Larsen se ha decantado por el blanco y negro en esta cinta, un punto en común con realizadores obsesionados con la psicología, como Andrei Tarkovsky y Béla Tarr. 

La negativa del director a usar música para provocar emociones, dejando que la naturaleza proporcione la mayor parte de la banda sonora, es coherente con su rechazo de los tropos cinematográficos, a pesar de que ello pueda alienar a algunos espectadores. El cineasta noruego nos permite comprender la dureza de esta vida, retándonos continuamente a cuestionar por qué alguien elige vivir así. Larsen solo nos ofrece una pista durante los créditos finales, informándonos de la vida y profesión de Steinar en el pasado; esto parece ir en contra de muchas de las decisiones estéticas del director. Quizás sintió que debía hacerlo, pues a pesar de los logros estilísticos de Where Man Returns, el film es por momentos demasiado sombrío y abstracto para conectar con los espectadores.

Where Man Returns es una producción de la compañía noruega Yellow Log AS.

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(Traducción del inglés)

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