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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Crítica: The Last Supper

por 

- El director alemán Florian Frerichs presenta un complejo drama familiar que lidia con un momento histórico de ruptura tanto en Alemania como en el mundo

Crítica: The Last Supper

La primera película de Florian Frerichs, The Last Supper [+lee también:
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ficha de la película
]
, ambientada en Berlín en 1933, cuenta la historia de una familia judía que organiza una cena con amigos, algo en principio nada extraordinario pero que será la última vez que lo hagan durante la época de la “vieja” Alemania. En la víspera del ascenso al poder de Adolf Hitler el 30 de enero de ese año, el ambiente social está muy tenso y se cometen los primeros ataques contra los ciudadanos judíos, entre las víctimas está una de las hijas de Aaron Glickstein (Bruno Eyron), sin embargo, el empresario está demasiado pendiente de su negocio y de la muerte repentina de su socio principal para darse cuenta del impacto que tienen en su familia los cambios que está sufriendo la sociedad.

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La hija pequeña de Glickstein, Leah (Mira Elisa Goeres), pretende mudarse a Palestina para huir de la creciente hostilidad antisemita en Alemania, mientras tanto, el hijo menor, Michael (Patrick Mölleken) se siente atraído por las ideas de Hitler y quiere unirse a una manifestación a su favor tras la cena. El propio Glickstein está de acuerdo con la mayoría de las ideas de Hitler, aparentemente sin ser consciente del peligro que suponen para los judíos. Se forman dos bandos en la mesa, desencadenando un conflicto sin solución. La escena se recrudece tanto como el contexto histórico y la trágica confrontación interna de esta familia será solo un ejemplo de los millones de escenas similares que se repiten por todo el país.

Lamentablemente, The Last Supper no consigue enganchar al espectador con esta representación tan rígida de la situación. El director hace uso de una estética similar a la de una obra de teatro intimista, centrándose principalmente en un solo escenario, el comedor, usando una luz muy tenue y planos muy cercanos a los personajes. La actuación y los diálogos son la columna vertebral de esta película, pero durante la primera mitad incluso estos aspectos son más bien mediocres y no es hasta la segunda mitad de la película cuando los actores empiezan a desenvolverse mejor. Las interacciones entre los protagonistas representan sin duda el punto fuerte de la película.

A pesar de que The Last Supper es mejorable artísticamente, destaca por el enfoque que ha elegido. No hay una diferenciación drástica entre los personajes, no hay claras víctimas ni culpables. La película intenta analizar con precisión los motivos específicos y xenófobos que hay tras las creencias, opiniones y discusiones en torno al nacionalsocialismo. Teniendo en cuenta la situación socio-política actual, con los partidos de derechas teniendo cada vez más partidarios, la película, claramente, quiere mostrar su opinión. De todas formas, no está claro si la película conseguirá alcanzar a la audiencia que pretendía. 

The Last Supper llega a los cines alemanes precisamente hoy, el 30 de enero, el mismo día que Adolf Hitler alcanzó al poder en 1933. La película ha sido producida por Warnuts Entertainment y se distribuye internacionalmente por Apollo Film.

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(Traducción del inglés por Pedro Andueza González)

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