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CANNES 2019 Semana de la Crítica

Crítica: Nuestras madres

por 

- CANNES 2019: César Díaz presenta a través de su héroe Ernesto y de su entorno, el retrato de una resiliencia colectiva: las víctimas de la dictadura militar guatemalteca

Crítica: Nuestras madres
Armando Espitia en Nuestras madres

De la dictadura militar instaurada a finales de los años 70 en Guatemala, surgió una guerra civil que no terminó hasta veinte años después, dejando más de 200.000 muertos y enterrando la memoria de 40.000 desaparecidos. Con Nuestras madres [+lee también:
tráiler
entrevista: César Díaz
ficha de la película
]
, que compite en la Semana de la Crítica de la 72ª edición del Festival de CannesCesar Díaz muestra memoria y resiliencia. Su película surge como un grito en el silencio histórico que rodea a la desconocida masacre, cuyas víctimas fueron esencialmente indios, y presenta el retrato desgarrador de una madre y su hijo. 

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Guatemala en la actualidad. Ernesto, un joven antropólogo de una Fundación médico legal, trabaja en la identificación de los desaparecidos de la guerra civil para devolver la dignidad a los muertos, ofrecerles una sepultura y permitir un proceso de duelo indispensable para toda una nación. Él mismo busca a su padre, a quien no llegó a conocer, un guerrillero desaparecido durante el conflicto.

Ernesto no trabaja para ayudar a los vivos sino para reparar el recuerdo de los muertos, localizándolos e identificándolos. Aunque su compromiso, lleno de solidaridad, se basa en el concepto de comunidad, se ve obligado a ponerlo al servicio de una causa personal. Mientras su madre y otras mujeres se preparan para declarar en un proceso crucial por el reconocimiento de las violencias y de las masacres perpetradas por la armada y el poder, un indicio le lleva a la supuesta tumba de su padre. Encuentra mujeres, dignas y fuertes, que se hacen eco de lo que él ya sabía… Conmocionado por este descubrimiento, se prepara para reescribir la primera página de su historia personal.

La película empieza (y termina) con un plano cenital de una mesa cubierta de huesos, donde las manos expertas de Ernesto recomponen poco a poco un esqueleto, como un puzzle cuyas piezas debemos reunir para reconstruir, a través de los cuerpos de los muertos, el pasado de un país y de sus supervivientes.

Nuestras madres es el primer largometraje de Cesar Díaz, que viene del mundo de los documentales. Su acercamiento estético, voluntariamente naturalista (ha trabajado la imagen con su directora de fotografía, Virginie Surdej), refleja su trayectoria, con una explosión de colores a través de grandes planos fijos y panorámicos de las caras marcadas y poderosamente expresivas de estas mujeres, estas madres (que son las verdaderas supervivientes del genocidio) garantes de la historia del país.

Nuestras madres convoca a los guardianes de la memoria que han preservado una historia desconocida, pero también los personajes de ficción que rodean a Ernesto, empezando por su propia madre. Aunque este análisis profundo de la violencia en la historia de Guatemala pone una mirada inquisitiva sobre el país, también está atravesado por un soplo de ficción con el destino singular de Ernesto y su madre, muy bien interpretados por Armando Espitia, que encarna a un joven frágil y lleno de preguntas, y Emma Dib, que representa el sufrimiento de una nación, y el sufrimiento de una mujer.

Nuestras madres es el primer largometraje de Need Productions (Bélgica), de la joven productora Géraldine Sprimont. Ha sido producida por Delphine Schmit para Perspective Films (Francia). Pyramide gestiona las ventas internacionales y también la distribuirá en Francia.

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(Traducción del francés)

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