24/07/2019 - Jonathan Desoindre presenta su primer largometraje, una comedia rocambolesca sobre un fanfarrón de los barrios populares parisinos

Las grandes metrópolis del mundo están surcadas por repartidores que circulan en zigzag entre el tráfico y transportan quién sabe qué, ni a dónde, pero siempre a gran velocidad. Es el caso de Sun [+lee también:
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ficha de la película], el protagonista de la película del mismo nombre, que también es el primer largometraje de Jonathan Desoindre (en colaboración con Ella Kowalska), una comedia ligera y alocada que se ha estrenado hoy en los cines franceses a través de Rouge Distribution. Es interesante destacar que el protagonista es un joven originario del subcontinente indio, como ocurre en la reciente producción italiana (de estilo completamente diferente) Bangla [+lee también:
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ficha de la película]. Esto demuestra que el cosmopolitismo urbano empieza a fusionarse con el cine del Continente Viejo en otros países diferentes de Reino Unido, donde se abrió camino hace mucho tiempo.

Sun (Tewfik Jallab), acostumbrado a improvisar, a escapar de los controles policiales y a colarse en los entresijos de los barrios más mestizos de París, entra en pánico cuando su jefe chino (situado en un depósito repleto de las mercancías más diversas) le anuncia que ya no necesita sus servicios después de cinco años de “entregas especiales”. Sun decide administrar todo el porte “a mitad de precio” desde el día siguiente y con toda legalidad hacia su empresa (que, en realidad, ya no existe). Es el principio de una serie de aventuras rocambolescas a las que también se une Ash (Aadar Malik), un primo músico que llega a París lleno de optimismo (“Todo el mundo dice que has triunfado en París”) y sueña con dar un concierto de sitar en el Olympia.

Sun, sin dinero pero con muchas ideas y altas capacidades en materia de ingenio (lo roba si es necesario) y palabras bonitas (“Ayúdame a convertirme en un hombre con futuro”), recluta (expatriándolos a escondidas de la Oficina de Empleo, y haciéndoles pasar grotescas entrevistas de trabajo) a algunos desempleados a los que promete un doble trabajo (“Uno por la mañana, uno por la tarde: ¡liberamos el trabajo!”) de librero y de músico (para mantener las ilusiones de su primo). Pero los problemas se multiplican y Sun pronto se enfrentará al reflejo de sus maniobras dilatorias y engaños, a la necesidad de ejercer su libre albedrío y de saber quién es en realidad. Un camino iniciático que se divide en nueve capítulos: “Nuestro héroe se conecta con sus raíces”, “Sun aprovecha nuevas oportunidades”, “Sun se compromete”, “Todo progresa salvo las entregas”, “Por fin habla de su asunto”, “Nuestro héroe atraviesa una etapa difícil”, “Se nos revela lo que siempre hemos sabido”, “La unión hace la fuerza”, “A veces hay que tocar el fondo para volver a la superficie”.

El argumento (un guión firmado por el director y Thomas Wallon), que avanza de forma dinámica, juega sin complejos con las caricaturas e inyecta un humor simpático y amable que no excluye tocar (sin insistencia) muchos temas sociales contemporáneos (la integración, el empleo, la economía sumergida, la pequeña delincuencia, las clases populares, etc.). Esta comedia estival refrescante y sin pretensiones también tiene muy buen corazón, algo que ayuda a paliar sus partes más flojas, y permite al espectador pasar un buen rato.

Sun ha sido producida por Les Produits Frais y Rouge International, mientras que Cercamon gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del francés)