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LOCARNO 2019 Competición

Crítica: Terminal Sud

por 

- Rabah Ameur-Zaimeche apuesta por un estilo críptico en esta historia kafkiana de un país en crisis, proyectada en la competición de Locarno

Crítica: Terminal Sud

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es la sexta película del cineasta franco-argelino Rabah Ameur-Zaimeche y es su segunda obra en presentarse en la competición del Festival de Locarno. La película se estrenará en Francia en noviembre, cortesía de Potemkine Films. Es una alegoría ambientada en el Mediterráneo sobre una sociedad que se ha derrumbado, que quiere exponer hechos sobre la guerra civil de Algeria y la Década Negra de los noventa universalmente aplicables.

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En un puesto de control militar, los pasajeros de un autobús son detenidos y robados. En 20 años, el conductor del autobús (Salim Ameur-Zaimeche) jamás había experimentado nada igual. Al contárselo a la policía, él razona que los ladrones eran delincuentes con uniformes disfrazados de militares. Pero estas no son circunstancias normales. Terminal Sud trata sobre el colapso de la sociedad civil y la fragilidad del estado de derecho.

Una paciente (Nadja Harek) le dice a un médico (Ramzy Bedia) que su esposo fue a la mezquita y no volvió a su casa, pero le aconsejan no denunciar la desaparición. En la pared del médico, la cámara graba un póster del Museo del Comunismo en Praga, con una muñeca rusa enfadada. No está claro por qué está en la pared del médico: ¿es una referencia a Franz Kafka y sus reflexiones sobre la ley, o hace referencia a que los franceses prohibieron el Partido Comunista en Argelia en los cincuenta?

Esta es la primera vez que el director Ameur-Zaimeche no ha actuado en una de sus propias películas. Bedia, interpretando al médico del hospital que recibe amenazas de muerte, es el protagonista central, y lo hace ver como una figura pesada, alguien arrastrado por los acontecimientos, en lugar de instigarlos él mismo. El médico empieza siendo un idealista, intentando permanecer neutral y tratando a todos los pacientes de su hospital por igual, independientemente de sus antecedentes o afiliación. Sin embargo, todo cambia cuando su cuñado, un periodista, es asesinado a tiros. Luego, la película se vuelve más misteriosa, o indescifrable, dependiendo de la perspectiva de cada uno, cuando un grupo de mujeres de luto canta una nana sueca, a la que le sigue el amigo del médico Moh (Slimane Dazi) cantando "Je crois entendre encore" de la ópera de Bizet Los Pescadores de Perlas.

El problema con el uso de estas metáforas eclécticas es que parece que el director debería estar disponible para descifrar la película, que se anuncia como un punto de encuentro entre la crónica de guerra y el thriller político. Todo esto está muy bien, hasta que quede claro que dicho punto de encuentro es más una rotonda que una encrucijada, y el médico que tiene problemas matrimoniales es un vehículo de movimiento lento. Existe el deseo de no establecer la película en un momento y lugar específicos. En esta pesadilla kafkiana, el médico es secuestrado cuando se le necesita para tratar a un soldado, y la violencia es omnipresente, pero desafortunadamente, las respuestas son mucho más difíciles de encontrar.

Terminal Sud está producida por la compañías francesas Sarrazink Productions y ARTE France.

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(Traducción del inglés por Alessandro Romano Sáez)

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