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BATUMI 2019

Crítica: Lovemobil

por 

- El documental de la directora alemana Elke Margarete Lehrenkrauss nos presenta a tres mujeres que trabajan en una industria del sexo nada glamurosa

Crítica: Lovemobil

Según Uschi, una de las protagonistas de Lovemobil [+lee también:
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ficha de la película
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, el primer largometraje documental de la directora alemana Elke Margarete Lehrenkrauss, hay 26 autocaravanas o remolques en la sección B1888 de la autobahn, entre Hannover y Wolfsburgo. La película se estrenó en DOK.fest Munich. A continuación, se proyectó en la Semana de la Crítica de Locarno y ahora se presenta en la sección Documentary Competition del Batumi International Arthouse Film Festival, en Georgia.

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Uschi es una mujer sexagenaria que alquila una de estas caravanas a prostitutas, muchas de ellas inmigrantes. Lehrenkrauss se centra en dos de ellas: Milena, de Bulgaria, y Rita, de Nigeria. Con una combinación de observación y entrevistas, Lehrenkrauss nos introduce en su mundo íntimo: su vida cotidiana, su pasado y sus esperanzas y miedos sobre el futuro.

Milena procede de una familia rota, y su principal objetivo es traer a su hermano a Alemania para que pueda tener un futuro. Ella quiere que él estudie y encuentre un trabajo. Rita llegó a Europa en un barco de contrabando (“más fácil que conseguir una visa”, dice), después de haber ejercido la prostitución de forma ocasional en su país.

Uschi les cobra 70 € al día por usar la caravana, y el dinero que ganan es para ellas. La dura anciana, cuya vida no ha sido fácil, ya que ella también fue prostituta en los años 70 y 80, les aconseja sobre cómo negociar con los clientes. Ella estima que el 80 % de los hombres que frecuentan la autocaravana trabajan en la fábrica de Volkswagen en Wolfburgo y cobran dos veces al mes.

Milena se queja de los clientes violentos o fetichistas que quieren sexo duro y excéntrico, pero también de que muchos de ellos vayan sucios y malolientes. Rita coincide: “Los hombres alemanes no comprenden el significado de la palabra higiene”, le dice a una colega de otro remolque.

No hay mucha felicidad en este campo laboral, pero sí que hay momentos de alegría y clientes habituales que (parecen) respetar a las chicas. Algunas escenas no explícitas muestran la interacción de las protagonistas con ellos y se ven las caras de algunos hombres; por lo que parece que Lehrenkrauss se ganó su confianza en los tres años que duró el rodaje.

Pero cuando una chica que trabaja en otra caravana es asesinada a puñaladas, la atmósfera adquiere un giro amenazante y Milena y Rita empiezan a buscar alternativas…

La dirección de Lehrenkrauss es pulida y disciplinada. Aunque la película parece un poco estresada en sus 106 minutos de duración, su ritmo es equilibrado y moderado; y va de la mano con su acercamiento respetuoso y realista. Sin embargo, hay un claro toque de emoción por parte de la directora que conecta al espectador con las protagonistas como seres humanos.

La cámara de Christoph Rohrscheidt y la escasa música ambiental de la compositora Dascha Dauenhauer son contenidas y poco llamativas. En una película sobre autocaravanas aparcadas en una carretera alemana, donde mujeres inmigrantes ofrecen servicios sexuales por 30 € no hay glamour, pero tampoco pornografía ni explotación (al menos, no por parte de la directora). Vemos a mujeres que están en un lugar malo y que quizás no son las mejores personas, pero que no se rinden.

Lovemobil ha sido producida por la propia Lehrenkrauss, pero todavía no tiene distribuidor.

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(Traducción del inglés)

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