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PELÍCULAS / CRÍTICAS Hungría

Crítica: Those Who Remained

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- La película de Barnabás Tóth, presentada en Telluride y elegida por Hungría para ir a los Óscar, retrata delicadamente el encuentro de dos almas solitarias después de la II Guerra Mundial

Crítica: Those Who Remained
Abigél Szőke y Károly Hajduk en Those Who Remained

El pasado es a veces una carga muy pesada que llevamos en silencio, estoicamente, pero la juventud vive naturalmente este legado más a flor de piel. Al narrar el encuentro de un cuadragenario y una adolescente, ambos destrozados por la desolación de la posguerra, el cineasta húngaro Barnabás Tóth va plasmando un proceso de curación mutua, reconstrucción y renacimiento en Those Who Remained [+lee también:
tráiler
ficha de la película
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. Presentado mundialmente en Telluride, elegido candidato de su país al Óscar 2020 y estrenado hoy en las salas magiares por Budapest Film, el segundo largo del realizador (tras el bien recibido Camembert Rose en 2009) se revela como una obra que explora sutilmente las emociones reprimidas en las grandes profundidades, pintando con trazos leves un entorno cotidiano silenciosamente amenazador bajo el dominio soviético.

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Estamos en 1948 y el ginecólogo Aladár Körner (Károly Hajduk) ausculta a Klára (Abigél Szőke), una joven de casi 16 años con una mirada intensa, triste y ojerosa, cuya pubertad apenas comienza, lo cual inquieta a su tía Olga (Mari Nagy), con quien ella vive. El doctor, un hombre soltero que reparte su tiempo entre el hospital y el orfanato, no tarda en desarrollar afecto por esta adolescente inteligente, pero considerada unánimemente como difícil, excéntrica e irritante. Al acogerla bajo su ala ("no estoy seguro de si seré un buen padre para ella, pero quizás será mejor que nada") e instaurar una relación complicada, por la desesperada sed de amor de Klára, cuyos abrazos son como tentaciones a transgredir las fronteras convencionales, Aladár se transforma en mentor, ayudándola con los deberes y apaciguando las pesadillas y angustias de la joven, cuyos padres desaparecieron durante la guerra. Pero estas buenas intenciones también van en la otra dirección, pues la esposa y los hijos del médico fueron engullidos por los campos de la muerte a los que Aladár sobrevivió. Estas dos soledades se respaldan, bajo la mirada recelosa de una sociedad en la que la convivencia de los dos protagonistas genera sospechas de corrupción de una menor, y en la que los chivatos y delatores al estilo soviético se inmiscuyen en las vidas privadas y profesionales. Pero ante todo, Klára crece con la ambigüedad de los sentimientos que la atan a Aladár...

Tejido con mucha habilidad por el realizador y Klára Muhi a partir de una novela de Zsuzsa F. Várkonyi, el guion de Those Who Remained despliega un relato que va de 1948 a 1953 (año de la muerte de Stalin) y cuyos mecanismos internos emergen progresivamente en torno a indicios discretos y omisiones que dejan al espectador un considerable margen de interpretación. Habiendo encontrado el ritmo adecuado para brindar a sus dos notables intérpretes protagonistas el espacio y el tiempo necesarios para crear los matices de esa zona difusa entre el amor y la amistad, inyectando a la vez discretamente elementos históricos como trasfondo y algunas notas de suspense, Barnabás Tóth firma un film lleno de sensibilidad, humanidad y talento en su puesta en escena, elegantemente clásico, prescindiendo de lo ornamental y de la sobrecarga dramática para privilegiar las variaciones sutiles y positivas de la danza de la vida.

Producida por Inforg-M&M Film, Those Who Remained se vende a través de HNFF World Sales.

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(Traducción del francés)

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