Crítica: I Am (Not) a Monster
por Liina Laugesaar
- Nelly Ben Hayoun-Stépanian dirige un fantástico y estimulante documental sobre los orígenes del conocimiento
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tráiler
ficha de la película], el tercer largometraje documental de Nelly Ben Hayoun-Stépanian (Disaster Playground, The International Space Orchestra), ha tenido su estreno mundial en la Competición de documentales del Festival BFI de Londres.
La cinta sigue a Ben Hayoun-Stépanian por todo el mundo en una búsqueda imposible: encontrar los orígenes del conocimiento. Su "cómplice" es Hannah Arendt, célebre filósofa y teórica política cuyas ideas sobre la pluralidad y el autoritarismo se han vuelto cada vez más relevantes a raíz del auge de figuras y corrientes políticas como las que representan Trump o Le Pen. Ben Hayoun adopta las ideas de Arendt, se viste como ella y se reúne con diferentes personajes para hablar sobre el origen del conocimiento, el pensamiento y la educación. El filósofo Noam Chomsky, el activista y político Magid Magid, la integrante de Pussy Riot Nadezhda Tolokonnikova o el profesor de filosofía Richard Bernstein, antiguo alumno de Hannah Arendt, son solo algunos de los más de cincuenta colaboradores entrevistados para la película.
Ben Hayoun-Stépanian, directora, productora y guionista del documental, podría considerarse una verdadera mujer del Renacimiento. Formada en pintura, diseño, geografía humana y filosofía política, es también la fundadora de la University of the Underground, universidad gratuita de la que también es ponente principal. Y esto es tan solo una parte de todo lo que hace.
I Am (not) a Monster es tan polifacética y fascinante como su autora, y también un poco delirante. Un tema como los orígenes del conocimiento podría haber sido tratado de una forma más sobria, con entrevistas convencionales y referencias científicas. Afortunadamente, ese no es el caso. Por el contrario, el enfoque de la película es ligero y divertido, y sigue resultando interesante incluso cuando lo que vemos en pantalla no tiene sentido, como una secuencia que muestra a Ben Hayoun-Stépanian tocando la flauta en la tumba de Arendt, u otra donde se la ve dando vueltas con Magid Magid en el Ayuntamiento de Sheffield. Estos pequeños fragmentos ayudan a remarcar las declaraciones y a mantener la atención de los espectadores.
El carácter bromista de I Am (Not) a Monster también se hace evidente en el tipo de entrevistas que realiza la directora. Por ejemplo, a algunos entrevistados les acompaña una marioneta de Hannah Arendt, mientras que otros se encuentran rodeados por restos arqueológicos, tienen la misión de construir una máquina de conocimiento o deben interpretar una canción. En lugar de distraer o molestar, este peculiar enfoque se ajusta perfectamente al marco personal y experimental de la película, que se jacta precisamente de no ser un producto convencional.
Al igual que el resto del documental, la música que lo acompaña es innovadora y alternativa, mezclando hip hop etíope, canciones de Pussy Riot e incluso un sacerdote sintoísta rapero.
A pesar de su excentricidad, el objetivo principal de la película sigue siendo estimular el debate, generar discusiones y presentar los diferentes puntos de vista de personas que trabajan en diversos campos del conocimiento, dando lugar al proceso de creación colectiva de un documental.
I Am (Not) a Monster aborda de forma humorística e innovadora un tema que, tratado de forma más rígida, habría resultado un hueso duro de roer. Sin embargo, al introducir generosas dosis de ingenio (como quien engaña a un niño para que se tome su medicina), Ben Hayoun-Stépanian consigue transmitir al público la importancia del conocimiento en la era de las fake news y las mentiras sistémicas.
I Am (Not) a Monster es una producción de Nelly Ben Hayoun Studios. La británica Dartmouth Films se encarga de los derechos de distribución en Reino Unido.
(Traducción del inglés)
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