04/11/2019 - La película ganadora de la Competición Internacional de DOK Leipzig es un extraño documental sobre la culpa, el perdón y la justicia social, centrado en dos condenados a cadena perpetua

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tráiler
ficha de la película] acaba de alzarse como vencedora de la Competición Internacional del DOK Leipzig (leer más). Audrius Mickevičius, codirector de la película y principal promotor del proyecto, falleció antes de terminar su obra, dejando al filósofo Nerijus Milerius, que había participado como consultor de guion, la tarea de terminarlo. El punto de partida del proyecto fue el propio duelo de Mickevičius tras la muerte de su hermano, asesinado por dos hombres, así como la confusa mezcla de emociones y sentimientos que comenzó a experimentar a raíz del crimen, especialmente después de que uno de los asesinos admitiese su responsabilidad. Este fue sentenciado a diez años de prisión, pero fue liberado después de cinco por comportamiento ejemplar.

La película comienza con la voz en off de Mickevičius describiendo los acontecimientos, mientras vemos la horrible foto de la cara desfigurada de su hermano, lo que nos ayuda a empatizar con su ira. La voz hipnótica del director nos acompaña a lo largo de la película, haciéndonos partícipes de sus reflexiones filosóficas y sus sentimientos conflictivos, a veces acompañadas de imágenes de él mismo hablando con el equipo de rodaje o el personal de la prisión.

Pronto conocemos a Rimas Alekna y Rolandas Čerapokas, dos presos condenados a cadena perpetua en la Prisión de Lukiškės. En una de las escenas más fascinantes de la película, la cámara de Valdas Jarutis y Audrius Kemežys sigue a Rolandas desde su celda, donde lo vemos sonriendo a través del cristal de la puerta, a través de los pasillos de la prisión y cruzando el patio hasta el taller de carpintería, donde encontramos a Rimas terminando con gran destreza la maqueta de una motocicleta.

Rolandas y Rimas nos hablan de sus emociones y experiencias, mientras el filósofo francés Bernard Stiegler, otro ex convicto, aporta ideas que van desde lo perspicaz hasta lo más obvio. Sus reflexiones sobre el carácter tóxico de la culpa entrarían en la primera categoría, mientras que la segunda incluiría sus comentarios sobre las experiencias transformadoras de muchos presos en contraposición con la visión de la cárcel como una "escuela del crimen" para jóvenes delincuentes o, lo que es más desconcertante, el aspecto ético de permitir que los delincuentes adquieran habilidades como la carpintería.

La parte más animada de la película tiene que ver con al matrimonio de Rolandas con otra prisionera, Ingrida Čerapokienė, sentenciada a 13 años por asesinato. Ambos intercambian cartas llenas de ternura y reflexionan sobre la idea de tener hijos, a pesar de que solo se les permite pasar unas pocas horas al mes juntos. Mientras que Ingrida ya tiene cinco hijos, Rolandas expresa sus esperanzas entrañables e ingenuas de cara al futuro.

El ritmo lento de la película, con su tono oscuro y melancólico, se contrarresta con imágenes cálidas, como una escena en la que vemos a un grupo de reclusos colocando el árbol de Navidad en el patio de la prisión, o una larga secuencia en la que la cámara gira alrededor de lo que parece una maqueta de la prisión, antes de que la montadora Ema Konstantinova cambie a una imagen monumental de una de las paredes del edificio cubierta con alambre de espino. Aunque la paleta de colores de la película es amplia, el gris es sin duda el tono predominante.

Exemplary Behaviour posee numerosas cualidades a destacar, y aunque a veces no resulta totalmente coherente en sus ideas, es una obra con una extraordinaria dimensión estética y poética. La película presenta numerosas capas y una ambigüedad en la que es imposible penetrar utilizando el sentido común, obligando al espectador a ceder ante su dimensión más onírica.

Exemplary Behaviour es una coproducción de la lituana Era Film, la búlgara Agitprop, la eslovena Casablanca Film Production y la italiana Stefilm.

(Traducción del inglés)