13/11/2019 - En su documental de inusitado poder visual, Marc Schmidt se introduce en el irracional e incontrolable mundo del sueño

A lo largo de la historia, el ser humano ha buscado la forma de controlar todos los aspectos de su existencia. El resultado es el alto nivel de vida del que disfrutamos hoy en día, con muchas más cosas a nuestro alcance gracias a la tecnología. Sin embargo, hay un campo que parece eludir nuestro control: el sueño, una de las últimas fronteras de In the Arms of Morpheus [+lee también:
tráiler
ficha de la película], el documental de Mark Schmidt. Tras su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (KVIFF) a principios de este año, la película se proyecta en la sección Northern Focus de la 40 edición del Northern Film Festival, en la ciudad neerlandesa de Leeuwarden.

Con el fin de descubrir diferentes tipos de trastornos del sueño, Schmidt emprende un viaje que recorre desde escenarios clínicos como un hospital hasta las ruidosas calles de Bruselas, siempre en vela, y los rituales religiosos tradicionales de Surinam. Cada escenario cuenta con un protagonista que explora los insólitos trastornos que afectan a sus hábitos de sueño, como el síndrome de la cabeza explosiva y la narcolepsia. Poco a poco descubrimos que, si las pesadillas no acaban cuando despertamos y nuestro cerebro genera experiencias sensoriales extremas mientras dormimos, no es solo el sueño lo que se ve afectado, sino toda nuestra vida. Esta falta de control es precisamente lo que conecta a todas las personas que nos presenta el documental.

La película empieza con un estilo documental tradicional pero muy cuidado, hasta que el irracional reino de los sueños se va infiltrando lentamente. In the Arms of Morpheus se convierte en una experiencia sensorial en la que el director intenta representar visualmente los trastornos que sufren los protagonistas y que los espectadores puedan experimentarlos. Uno de ellos es el músico neerlandés Arnold de Boer. De pie en su estudio, tiene varios amplificadores de guitarra conectados que usa para recrear los inquietantes sonidos que ocasionalmente escucha en su cabeza cuando duerme y que describe como sinapsis explosivas. Los incómodos sonidos que escuchamos nos permiten compartir su vivencia. Con secuencias poderosas e inquietantes, Schmidt también usa efectos visuales para atraer al público a ese febril mundo de ensueño. Una de ellas muestra a la protagonista  caminando en sueños por un pasillo muy largo, que la conduce a su propia sala de estar, donde se ve a sí misma, rodeada de todos sus muebles quemados, dando la entrevista a la que estamos asistiendo. Probablemente hayamos tenido esa misma sensación en nuestros propios sueños: estar en una situación incómoda sobre la que no tenemos absolutamente ningún control.

Gracias al documental descubrimos que estos trastornos controlan a quienes los sufren, y algunos son tan graves que llegan a determinar su rutina diaria. El mundo en el que vivimos nos permite adaptar nuestra existencia a nuestras preferencias, pero solo hasta cierto punto. La irracionalidad de los hechos de los que somos testigos lleva a una de las protagonistas de la película, Emily Simons, a buscar respuestas en el ámbito metafísico de la tradición religiosa afrosurinamesa de sus antepasados. Por muy intensa que sea la búsqueda, estas personas anhelan un tesoro que la mayoría de nosotros damos por sentado: una buena noche de sueño, acurrucados en los brazos de Morfeo.

In the Arms of Morpheus ha contado con Marc Schmidt en la dirección y Jean Counet en la fotografía. La cinta es una coproducción de la productora de Ámsterdam Doxy Films, la cadena de televisión neerlandesa KRO-NCRV y la productora belga Associate Directors. Some Shorts se encarga de la distribución internacional.

(Traducción del inglés por Eva González)